Cambiar la creencia de cómo se debe de hacer lo lleva más lejos

En 1986 inventó The Barkley Marathons que solo 17 personas han terminado desde que inició. Lake se ha convertido en un experto para retar (sanamente) el rendimiento físico y mental de un deportista.

En el 2011 inventó otro formato llamado el Backyard Ultra, un circuito de 6.7km que los asistentes tienen correr únicamente 1 vez por hora. Cada hora se corre el circuito y la carrera no tiene un final estipulado: se termina cuando la última persona que quede corriendo decida parar.

Las carreras de Lazarus Lake no están diseñadas solo para especímenes extraordinarios de correr y endurance, también están hechas para el desarrollo, sobre todo humano, de atletas del día a día como ustedes y como yo.

Al Backyard Ultra la mayoría de participantes corren muchísimo menos de los ganadores y muchísimos nunca han corrido más de 5 o 10km. Para ellos también es un reto, pero es una oportunidad de participar de un evento humano, con otros humanos y crecer.

El formato del evento es tal que la mayoría de las personas pueden correr muchísimo más de lo que creían que podían. Hacen una vuelta al circuito, descansan, comen, toman agua, consiguen tips y vuelven a salir. Es una experiencia muy diferente a tratar de correr una distancia larga de un solo empujón. No solo es lógico que con más descanse en el medio voy a poder correr más, sino que psicológicamente es muchísimo menos abrumador correr una vuelta más que pensar en una distancia larga y fija que no sé si voy a poder completar.

Lake dice en el doc que muchísimas personas se dan cuenta de que pueden correr mucho más de lo que creían y aunque corran muchísimo menos que las 30+ vueltas que corre el ganador, ellos ganan exactamente lo mismo.

Eso me dejó pensando en que para la mayoría de cosas de nuestras vidas pensamos en un solo tirón y no en dividirlo de una manera que consistentemente podamos seguir haciendo.

Las cantidades o esfuerzos grandes nos causan ansiedad, estrés, frustración y miedo. Tanto que muchas veces ni tratamos y cuando si tratamos y vemos el esfuerzo que va a requerir, nos rendimos.

Me pasó con el libro que estoy escribiendo: pensaba en el libro como un solo esfuerzo gigante, que además nunca había hecho. Ahora me siento super bien porque mi meta es escribir 500 palabras al día o más pero me obligo a parar a las 6.15am. Así me aseguro que no frustro, ni me abrumo y que puedo descansar para el día siguiente volver a hacer lo mismo a las 5am. Estoy seguro que voy a llegar más lejos de lo que creía.

¿Cuál trabajo o esfuerzo pueden dividir en circuitos repetitivos más pequeños? Si se sienten que hicieron poco un día lo hicieron bien, porque la meta es sumar ese "poco" muchas veces seguidas para que sea "mucho".