Este hack es esencial para poder hacer las cosas que no quiero hacer.
Si soy honesto conmigo mismo, casi nunca tengo ganas de entrenar. Aún así, tengo más de diez años de estar entrenando consistentemente como parte de mi diseño de vida. Y es que me he dado cuenta de que nunca me he arrepentido de haber entrenado aunque no haya querido. Nunca.
El hack es sencillo: quien decide si vamos a entrenar o no, no es el Juan de este momento que no tiene ganas, es el Juan de dentro de una hora que ya sabe que nos vamos a sentir bien.
¡Y es que tiene lógica!
¿Quién queremos que tome las decisiones?
a) La persona que tiene pereza, que no tiene ganas, que siente que no durmió suficiente, que preferiría estar haciendo otras cosas
b) O la persona que ya se siente bien, ya produjo endorfinas, ya pudo reforzar su identidad de manera positiva y ya sabe todos los beneficios que le va a dar
Yo prefiero la (b) siempre.
Lo valioslo es que el hack no aplica sólo para hacer ejercicio cuando no quiero. También aplica cuando estoy en la oficina trabajando, cuando tengo que mandar un email que no quiero mandar, cuando tengo que hacer un trabajo que me da ansiedad o miedo. O ese context también me recuerdo a mí mismo que el Juan de dentro de una hora va a estar feliz de que lo hice y lo dejo que tome la decisión por mi.
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Gracias por leer. Realmente hace una diferencia. Mi meta es ayudar a 5,000 personas a hacer tomar acción en su diseño de vida y sus proyectos profesionales. El año pasado logré apoyar a 1,890 personas a través del newsletter, 300 personas a través de recursos gratis y 217 personas a través de mis talleres, cursos y productos digitales.
