La presión de lograr las metas que nos pusimos es pesada.
La presión de no fallar en esas metas es todavía más pesada.
Las dos presiones juntas son tan pesadas que nos interfieren en el proceso mismo de llegar a las mentas. Nos pesa tanto, esa presión, que no nos deja caminar bien el camino, no nos deja ni fallar ni ser exitosos porque simplemente no podemos hacerlo.
Estoy leyendo The Lion Tracker's Guide to Life que es usa la metáfora de los "trackers" o guías expertos en Africa para dar una explicación de la vida y nuestro camino a través de ella. El libro describe a Ren, el "tracker" más experto, en una búsqueda importante de un león herido:
"Ren is relaxed. There's is no concern that he will miss it. He is not even concerned with finding it. He is completely open to the landscape around him."
Ren está relajado. Está relajado porque en ese momento está completamento abierto a lo que está pasando, está sumergido en ver y sentir todo lo que está pasando y pensando y leyendo sus propios instintos de cómo resolver el problema de la pista del león. Está tan en el momento que no está preocupado de si falla o de si tiene éxito, entonces no tiene que cargar peso. Como no tiene que cargar ese peso, puede estar más relajado para resolver mejor en el momento.
¡Qué poderoso eso! Yo lo siento en mis propios procesos. Pasa con nuestros procesos profesionales, personales y de emprendimiento. Estamos tan presionados por que salga bien o tan presionados por que no salga mal que no le damos el 100%.
Y si fallo pero no le di el 100%, ¿podría realmente asegurar que falle? No.
Si pierdo una carrera pero sé que corrí el 50% de mis habilidades, ¿puedo decir que soy el peor corredor? No. Lo único que sé de cierto es que si corro a un 50% no voy a ganar.
Cuando fallamos en nuestros propios procesos creemos que no podemos, pero no es cierto. Estábamos corriendo al 50%, limitados por todo el peso de nuestra presión encima.
Le debemos a nuestros procesos ser más como Ren. Meternos al momento sin la presión de si vamos a fallar o de si vamos a lograrlo. Sólo hacerlo. Permitirnos ver y sentir todo lo que está pasando para poder escuchar bien nuestros instintos y pensar en la próxima movida.
No sólo es mejor para el éxito del proceso, sino que lo va a hacer un proceso más épico. Asegurado.
Si quieren una intro muy chiva a Boyd Varty, el autor del libro, pueden escuchar esta entrevista en el podcast de Tim Ferris.
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