No sacrifique la vida que quiere por una promesa de vivirla más adelante

May 3, 2024

Sacrifiqué lo que realmente quería por lo que creí que era la manera de conseguirlo.

Me obligué a ser hiper productivo a toda costa porque creí que eso me iba a hacer sentirme valioso. Mientras tanto no me sentí valioso.

Viví una "vida profesional" con la que nunca me alineé porque creí que esto me iba a traer éxito. Mientras tanto no me sentí exitoso ningún día que fui a trabajar.

Las cosas que creía que me iban a conseguir lo que querían no me estaban dando lo que quería en el proceso.

¿Es más importante la vida que nos permite obtener el resultado final o la que nos dan los procesos para conseguirlo?

¿Debería de hacer cosas que me hagan infeliz pero tienen una promesa de felicidad al final?

¿Debería de priorizar lo que quiero hoy aunque no esté seguro de qué resultado me va a generar?

¿Cómo se concilia querer algo que se obtiene a través de un proceso que no es el más satisfactorio? ¿Cómo se concilia lo que quiero hoy con lo que quiero mañana?

¡Qué buenas preguntas! Yo me las hago todos los días.

Pensemos juntos...yo les cuento a los "insights" a los que he llegado.

¿1% > 99%?

La mayoría de nosotros le da más valor al logro que al proceso de lograrlo. Es cómo nos han enseñado a vivir.

Yo soy la persona que madruga aunque no quiere para poder lograr lo que quiero. Soy la persona que ha sido hiper estricto con dietas y que no comió queque en más de un cumpleaños.

Hoy estoy escribiendo este correo un domingo a las 8.15pm en vez de ver una serie y descansar porque tengo que llevar el proceso aunque no quiera. Todo para un ideal de éxito que viene una vez que se termine el proceso.

En 1997 Matt Damon, a los 27 años, ganó su primer Oscar por Good Will Hunting. Dice que esa misma noche, mientras veía la estatuilla, pensó: “Imagínense perseguir esta cosa, no conseguirla, y tal vez conseguirla como un "Life Time Achievement Award" a los 80 años. Me imaginé llevando una vida profesional entera, pensando sólo en ganarme una cosa una vez — que despedicio de vida".

Damon estuvo en la tarima de los Oscars por 81 segundos. Eso es sólo el 0.0000641% de los 4 años que le tomó hacer la película por la que ganó. Dejar que el final de un proceso, el 0.0000641% de una experiencia sea lo que determine nuestra felicidad o satisfacción es un desperdicio de esa experiencia.

No podemos dejar que el 1% del final — el resultado — sea más importante que el 99% — la vida que vivimos en el proceso.

Cómo pensar mejor en "éxito" y "proceso"

Un insight muy importante de pensar y vivir este proceso de vivir la vida que uno quiere vivir es entender que el proceso no tiene que ser "lindo" o "rico" para ser satisfactorio.

Los días no tienen que sentirse fáciles para ser épicos. Los días más épicos son los que se viven sabiendo que esa es la vida que uno quiere vivir.

Pero tampoco algo tiene que sentirse mal sólo porque hay una promesa— que no sabemos si se va a cumplir — de algo bueno al final.

Una meta no es sólo lo que queremos lograr a final de un proceso. Decidir trabajar por lograr una meta es en realidad decidir vivir una vida, todos los días, que nos lleve a lograr esa meta.

Todas nuestras metas de vida requieren inversiones: tiempo, dinero, esfuerzo y, sobre todo, una inversión de vida.

Pero a diferencia de las inversiones financieras no es el resultado final que define si tuvimos un Retorno de Inversión (ROI) positivo. En la inversión de metas de vida, lo que define si hay un retorno positivo es la vida que nos permite vivir desde el primer día hasta el último en el proceso.

Sacrificar el proceso, o vida, por un resultado final es haber decidido invertir nuestra vida — ¡que es finita! — en busca de un resultado que nunca va a justificar la inversión.

A todos nos encantaría ser millonarios. Pero estoy seguro que nadie quiere ser un millonario deprimido con malas relaciones familiares.

A todos nos encantaría ganar los premios más elevados de nuestra profesión. Pero nadie quiere ganar esos premios a costa de una vida entera que no se disfrutó por preocuparse por ganar esos premios.

Y esto no es especulación. Hay miles de miles de entrevistas con personas exitosas que están dispuestas a devolverlo todo con tal de haber vivido una mejor vida en el proceso. Hay miles de influencers de "fitness" que terminan convirtiendo sus páginas en contenido de salud mental por que se dieron cuenta del daño que les hizo vivir una vida que no querían vivir para lograr un resultado subjetivo y arbitrario.

Ahora, ¡ojo! Esto no es un llamado a no querer ser millonarios o saludables o exitosos. No es un llamado a no tener metas.

Esto es un llamado a pensar en si la vida que vamos a vivir para lograr esas metas nos va a hacer felices.

La vida que decidimos vivir

A mi me encanta madrugar. Aunque no quiera.

Suena raro, ¡sobre todo si estamos hablando de vivir la vida que nos satisfaga! Pero me siento bien y con energía cada vez que madrugo. Me siento bien cada vez que le gano a mi berrinche interno cuando no quiero madrugar. Me rinde el día y me siento productivo cuando madrugo — aunque no quiera.

Vivir la vida de un madrugador me satisface y me hace feliz por más difícil o cansada que sea.

Lo que yo vaya a lograr, o no, gracias a vivir esa vida (éxito financiero, profesional y de salud) es un resultado que no va a definir si me vida fue épica. Mi vida ya es épica porque decidí vivir un proceso de vida que me hace feliz — independientemente del resultado.

Por el otro lado, cada día que vivía en una profesión con la que no estaba alineado, era un mal día. No la pasaba bien, no sentía que esa inversión en recursos valiera la pena. No confiaba en que pudiera haber ningún resultado que valiera la pena seguir viviendo así mis días.

Entonces los cambié.

Ser exitoso no es lograr un resultado específico — es llegar al punto de autoconocimiento de poder entender cuáles son los días que queremos vivir e invertir nuestros recursos en vivirlos.

Vivir esos días con sus facilidades y dificultades, con sus días épicos y días estresantes. Con sus preocupaciones e ilusiones porque sabemos que, si se logra o no un resultado o una meta, ya vivimos un proceso que nos trajo felicidad el 99% del tiempo.

Una vida satisfactoria es en la que confiamos que nuestra inversión nos da más felicidad y paz que el resultado de esa inversión.

¿Cómo escoger cuál es la vida que nos satisface?

Si, entonces, no estamos escogiendo vivir la vida que vivimos por dinero, premios, honores o medallas — ¿cómo deberíamos de pensar en éxito?

"Cuando estábamos escribiendo Good Will Hunting", dijo Matt Damon, "Ben Affleck y yo siempre hablamos de cómo queríamos solo amar lo que hacíamos. Si la película terminaba siendo un VHS que teníamos en una repisa que nadie había visto, queríamos amarla igual. Sin querer nos topamos con una estrategia sabia: que la recompensa de lo que hacemos sea el trabajo en sí mismo."

No podemos controlar si el estudio compra la película o si a la gente le gusta o si nos dan un Oscar. Lo único que podemos controlar es llevar un proceso que nos satisfaga y que sea su propia recompensa.

Si no quiere vivir la vida de un madrugador haga las paces con no ponerse metas que requieran madrugar. Si no quiere tener un trabajo que no lo satisfaga pero paga bien, haga las paces que tener menos riqueza o buscarla de otras maneras.

El proceso, y no la meta, es lo que nos debería de satisfacer.

Cuando priorizamos la meta nos terminamos dando cuenta que sacrificamos lo que realmente queríamos por lo que creímos que nos lo iba a dar.

Aplica para nuestra salud, nuestro trabajo, nuestras relaciones.

No hay ningún premio al final que justifique sumar días que no queremos vivir.

De la misma manera, no hay mal resultado que le reste valor a una vida llena de días épicos, fueran fáciles o difíciles.

"Una vida épica es la suma de días épicos." - yo :)

Pasos accionables y probados para entender la vida que nos satisface

Soy mega fan de Daniel Kahneman. Jamás en la vida pensé que diría eso de un psicólogo e investigador 😂 pero su trabajo me ha ayudado muchísimo a entender diseño de vida y cómo experimentamos el mundo.

Una de las teorías de Kahneman es que tenemos "yo": el "yo" que experimenta el presente y el "yo" que recuerda las experiencias y cuenta historias.

No voy a entrar en todo ese tema, pero Kahneman investigó que si usamos a nuestro "yo" que recuerda de manera intencional podemos entender mejor lo que sentimos acerca de nuestras vidas ya que es quien está a cargo de cómo interpretamos nuestra vida a largo plazo.

Para eso inventó el Day Reconstruction Method (DRM): una herramienta para evaluar y analizar la actividad diaria y el bienestar subjetivo de una persona.

  • El DRM fue desarrollado por Daniel Kahneman, Alan Krueger, David Schkade y Norbert Schwarz.
  • El DRM implica que los participantes reconstruyan su día, desde que se despiertan hasta que se van a dormir. Les piden que dividan su día en segmentos de tiempo, generalmente en intervalos de 30 minutos a una hora. Luego, describen lo que estaban haciendo en cada intervalo y califican su nivel de disfrute, significado y otros aspectos relevantes.
  • El DRM sirve para entender mejor cómo las actividades cotidianas influyen en el bienestar subjetivo de las personas. Al analizar los patrones de actividad y las experiencias emocionales de esas actividades, los investigadores pueden identificar qué actividades están relacionadas con mayores niveles de satisfacción y significado en la vida de las personas.

Es muy difícil entender si nuestras vidas nos están satisfaciendo o no.

La mayoría de vidas están tan llenas y pasan tan rápido que el sólo hecho de no detenerse a pensar y analizarlas no nos permite saber qué sentimos. El DRM es épico para esto porque nos obliga a hacer una pausa, analizar y pensar.

Además, nos permite entender la historia que nos estamos contando. Si hacemos algo difícil y nos contamos una historia negativa acerca de eso, nunca nos va a satisfacer. Por el contrario, si hacemos esa misma cosa difícil pero la historia es satisfactoria, nuestra percepción de nuestra vida cambia.

Yo comencé a registrar mis días en el 2012. No conocía las teorías de Kahneman, per me sentía perdido. En ese momento estaba intentando construir una vida fuera de lo que había estudiado y no entendía cómo saber si iba por buen camino o no.

Lo hacía así:

Todos los días registraba cómo usaba mi tiempo. Ponía todo, desde ver YouTube o la Champions, hasta el trabajo que hacía y cuánto dormía o entrenaba. Con el tiempo me di cuenta de muchas cosas que me ayudaron a diseñar una vida más satisfactoria. Por ejemplo, veía demasiado futbol. Se sentía bien en el momento, pero me sentía mal después porque no avanzaba en lo que realmente quería. Entonces, dejé de ver futbol.

Ese es un ejemplo pequeño de todas las cosas que me di cuenta que no me satisfacían en el día a día y que pude dejar de hacer, pero sobre todo de las cosas que más me hacían sentir vivo y orgulloso y poder diseñar metas que se alinearan a vivir mis días así.

¡Se los recomiendo!

Ejercicio práctico:

  1. Preparación: El objetivo es reconstruir el día anterior lo más detalladamente posible, recordando actividades y emociones asociadas. Yo recomiendo hacerlo en un cuaderno que tenga a mano, y siempre usar el mismo. La idea es poder ver y entender patrones.
  2. División del Día: Divida su día en segmentos de tiempo, yo recomiendo intervalos de 30 a 60mins. Al inicio se van a dar cuenta que lo que más cuesta es recordar qué pasó en esos intervalos, pero con práctica estarán más conscientes.
  3. Reconstrucción de Actividades: Para cada intervalo de tiempo, describa lo que recuerda qué estaba haciendo en ese momento. Es importante ser lo más específico posible en la descripción de las actividades.
  4. Evaluación de Emociones y Experiencias: Después de describir cada actividad, evalúe su experiencia emocional durante ese intervalo de tiempo. Puede calificar su nivel de felicidad o diversión, significado, estrés, cansancio, etc.
  5. Reflexión y Análisis: Cuando haya terminado la reflexión del día, busque patrones entre ciertas actividades y las emociones que genera. Puede analizar qué actividades estuvieron asociadas con emociones positivas o negativas, qué momentos del día fueron más significativos, etc. Busque las historias que se está contando y si son producentes o no para la vida que quiere vivir.
  6. Historial: Es épico hacer este ejercicio un sólo día — ¡va a aprender mucho! Pero el valor real está en hacerlo constantemente en el tiempo para poder encontrar los patrones y asegurar que siempre está haciendo check-in con su satisfacción de vida.

Mejore su vida un
lunes a la vez

Únase a 1,990+ suscriptores que reciben ideas épicas cada lunes para mejorar su vida profesional y personal.

Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.

Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.

Aprenda a diseñar su vida, ser más productivo y construir mejores negocios
Ir al shop