3 cosas que aprendí por ser hijo de mi mamá

August 15, 2022

Mucha gente se enojó con Gary Vaynerchuk cuando en una conferencia preguntó: "¿Cuál es el Retorno de Inversión de ser hijo su mamá?"

Claro, suena un poco desalmado hacer el ejercicio de cuántificar el amor, esfuerzo, empeño y sacrificio de una mamá. Es casi como desestimar toda la relación y convertirla en una transacción. ¡Pero Gary Vee nunca quiso decir eso! Lo que quería explicar era que hay muchas cosas en la vida que no se pueden cuantificar, justamente como lo que hemos ganado por ser hijos de las mamás que tenemos o de las personas que asumieron ese rol. Es importante entender que hay cosas en la vida que nos han generado muchísimo que nunca se podrían cuantificar.

Pero, ¿no sería un ejercicio valioso también recordar y reconocer las cosas que sí podemos articular sobre cómo nuestra mamá nos ha generado valor?

Claro que sí. Sobre todo en un mundo donde cada vez es más difícil sacar el tiempo para reflexionar.

Aproveché este Día de la Madre para justamente pensar en eso y desarrollé solo 3 de las cosas de las miles que pensé.

Enseñanza 1

De mi mamá he aprendido a siempre dar el esfuerzo, energía y tiempo de ser una parte activa de la familia. Siempre.

Fue natural aprender de ella que la familia era lo más importante, crecí viéndola quedarse despierta toda la noche cocinando para un almuerzo familiar o cosiendo trajes para shows de la escuela de mis hermanos y mis primos. Todavía lo hace, para lo que sea que necesitemos. Mi mamá no se pierde ni medio evento familiar, aprovecha cualquier oportunidad para reunirnos a todos y se esfuerza por incluir a toda la familia en los eventos que pueda, incluso a la familia que no es familia de ella.

De mi mamá aprendí que familia es algo más grande que compartir sangre, que familia es compartir la vida; y así es cómo quiero ser un papá para mi hija. De mi mamá aprendí a ser mejor papá, mejor primo, hijo y hasta concuño.

Enseñanza 2

De mi mamá he aprendido a invertir en lo que más valoramos.

(Y no invertir en las cosas que otra gente valora pero nosotros no.)

Mi mamá maneja el mismo carro desde el 2002. Podría fácilmente comprarse un carro del año, pero para ella eso no es importante. Mi papá le dice cada 3 meses que por qué no lo cambia, que ya le falla mucho, pero ella siempre le dice que no es necesario. Usa los mismos tuppers de cuándo eramos bebés. No desperdicia absolutamente nada y no cree en comprar comida afuera de la casa. Y no es sólo que es muy frugal, es que tiene muy claro cuáles cosas le agregan valor a su vida y cuales no y le invierte todo a lo que sí. Sin remordimiento.

Mi mamá invierte en su familia, pero además invierte capital, tiempo y esfuerzo en su taller de carpintería y en sus perros y sus caballos y la casa que ella diseñó. Mi mamá tiene más herramientas de carpintería que un carpintero y no escatima en calidad porque eso la hace feliz y la hace sentirse productiva y llena. Mi mamá sí gasta su plata (y energía), pero en las cosas que realmente le agregan valor a su vida.

De mi mamá aprendí a identificar esas cosas en mi propia vida y dedicarle mi tiempo y recursos a esas cosas. Poder identificar eso de manera honesta no es fácil, es más fácil valorar lo que otros valoran y no ir contracorriente, pero es mil veces más fácil con un ejemplo como el de mi mamá.

Enseñanza 3

De mi mamá aprendí que uno puede hacer (ser) lo que uno quiera.

Mi mamá estudió arquitectura y derecho. Fue abogada practicante y diseñó la casa en la que vivimos toda la vida y las instalaciones de la empresa que maneja con mi hermana. Diseña y construye obstáculos para competencias de equitación. Es diseñadora de competencias de equitación certificado por la Federación Ecuestre Internacional. Sabe más de electricidad que el electricista que llaman a sus casas para hacer arreglos, cose disfraces épicos de Halloween y cocina comida étnica por diversión. A mi mamá no la atrasa nada, aprende lo que sea y le encanta poner a prueba sus habilidades.

Crecer con una mamá así hace más fácil entender que uno puede hacer lo que sea, que solo se necesita la disposición de ir a hacerlo, lo mejor que uno pueda. No hay que tener un título para hacer las cosas, solo aprenderlas, hacerlas y mejorar.

Pero mi mamá (¡sin querer!) también me enseñó que uno puede ser lo que quiera. Ella, por su edad y cultura, siempre nos habló de ser abogados o ingenieros o tener profesional tradicionales. De hecho le tomó muchos años entender por qué mi hermano y yo nunca sacamos los títulos universitarios o trabajamos en profesiones tradicionales y "seguras". Y mi hermano y yo lo hemos hablado, que con un ejemplo así era más fácil ver que la vida está en hacer cosas, y no tienen que ser cosas tradicionales necesariamente y para hacer cosas no hay que tener un título universitario.

Hemos hechos cosas, sus 3 hijos. Y no sólo sus hijos, sino también su esposo y sobrinos y nueras han hecho cosas, siguiendo su ejemplo, que todos tratamos de replicar para vivir vidas épicas llenas de las cosas que realmente importa.

Gracias a mi mamá aprendí a dedicar esfuerzo a las cosas más importantes y no darlas por sentado, invertir en las cosas que nos agregan más valor a nosotros y no a otros y a perseguir hacer y crear lo que queramos en la vida aprendiendo lo necesario para lograrlo.

¡Feliz día Ma! Gracias.

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