Cómo aprendí a construir mi confianza

April 12, 2024

Nadie me cree pero yo soy paralizantemente penoso.

Bueno, era.

Cuando digo paralizante es en serio, me paralizaba. No podía llamar a Pizza Hut a pedir una pizza (cuando la única manera era llamar. Me daba pena saludar gente que no conocía y me paralizaba de pensar en hablar con una mujer que me gustara cuando estaba en el cole. Jamás iba a ir solo a una fiesta y menos dar una presentación en clase.

Esa pena — me di cuenta después — venía de miedo de que nada iba a salir bien, de que no tenía las habilidades para hacerlo, de que iba a hacer el ridículo, de que para qué tratar si nunca había tratado antes.

Ahora, a mis 41 años puedo decir que tal algo de confianza. Doy charlas en frente de cientos de personas, me expongo hablando en mis redes sociales, estoy intentando escribir un libro, quiero tener una exposición de arte antes de los 45, hablo hasta con la pared.

¿Qué cambió?

En ese momento no me di cuenta de lo que estaba pasando, pero ahora me doy cuenta que aprendí a construir mi confianza.

¿La confianza se nace o se hace?

Yo aprendí a entender mi confianza desde 2 puntos de vista:

  1. La confianza que yo construyo en mí mismo.
  2. La confianza que se construye a partir de otras personas en mi vida.

Sí, la confianza se construye. Si bien podemos tener algún grado de confianza, autoestima y seguridad en nosotros mismos desde que nacemos, la confianza en nosotros mismos es un resultado de la vida que hemos vivido — y fluctúa según la vida que vamos viviendo.

Todo lo que experimentemos en nuestra vida afecta nuestra confianza: algunas de esas cosas la construyen y otras la destruyen.

La confianza no es un binario de "sí tengo" o "no tengo", sino que es una escala orgánica viviente. Cambia hora por hora, día por día, año por año, época por época. Puede subir o puede bajar.

Ver la confianza como algo que cambia nos puede ayudar a identificar cuándo sube y cuándo baja y si fue por algo que nosotros mismos hicimos o si fue el resultado de otra persona o evento.

¿Cómo construyo mi confianza?

Si queremos aprender cómo construir confianza en nosotros mismos, veamos cómo confiamos en otras personas.

Cuando mi hija nació leí un artículo que me marcó.

Decía: "si un día su hija viene y le pide jugar y usted le dice que no puede porque está trabajando, no pasa nada. Se va y juega sola. El segundo día que le pide jugar y usted le dice que no, se va muy triste y tal vez haga un berrinche. Al tercer día que usted le dice que no, va a llorar mucho. El cuarto día, cuando usted sí podía jugar, su hija ni siquiera va a intentar decirle que juegue con ella. Perdió confianza."

Las personas en las que confiamos son las que nos han demostrado consistentemente que cuando nosotros pedimos, damos o hacemos, vamos a recibir una respuesta consistente de vuelta.

De manera contraria, las personas que destruyen nuestra confianza en ellos son las personas que no cumplen las promesas que nos hacen.

Nosotros mismos somos 2 personas: el yo del presente y el yo del futuro. Nuestra vida se basa en promesas que la el yo del presente le hace al yo del futuro. Por ejemplo, "voy a comenzar a entrenar", "voy a cambiar de trabajo para sentirme con propósito", "voy a aprender a ser más desenvuelto", "hoy no voy a procrastinar".

Si lo vemos de esta manera, podemos ver que la manera en que nosotros podemos construir confianza en nosotros mismos es trabajando por no quebrar las promesas que nos hacemos a nosotros mismos igual que la manera en que confiamos en otros es cuando nos cumplen las promesas que nos hacen.

"Lo peor que nos podemos hacer a nosotros mismos es no cumplir las promesas que nos hicimos. Comenzamos a perder respeto por nosotros mismos igual que perdemos respeto por quienes no cumplen las promesas que nos hacen. Y una vez que perdemos respeto por nosotros mismos no nos volvemos a prometer nada." — Naval Ravikant

2 pasos para no quebrarse promesas a usted mismo

"Yo obviamente no quiero quebrar mis promesas, pero igual me pasa".

¡A todos nos pasa! Y lo que he aprendido es que hay dos maneras de proceder:

Paso 1: No se haga promesas que no pueden cumplirse a ustedes mismos. Tendemos a hacernos promesas muy grandes porque (a) toda la vida nos han dicho que tenemos que buscar excelencia y (b) queremos tenerlo todo ya.

El problema con esto es que terminamos prometiéndonos cosas para las que no tenemos las habilidades o los recursos que nos permitan cumplirlas.

No le prometerían a su mejor amigo que va a perder 10kgs en un mes si nunca lo han visto entrenar o comer bien, pero resulta que a nosotros mismos sí nos lo prometemos. Igual nos pasa con nuevos hábitos, con finanzas, con nuevos negocios, etc. Nos prometemos más cosas y en menos tiempo de lo que podemos cumplirnos.

Ejercicio práctico: ¡Entienda sus promesas! Haga una lista de todas las cosas que se ha "prometido". A la par de cada una escriba si de verdad tiene los recursos y el tiempo para cumplirse esa promesa.

Paso 2: Prométase cosas más pequeñas o más factibles, casi que parezcan demasiado fáciles para ser verdad. Está bien prometerse cosas más pequeñas porque el resultado más importante de las promesas que se hacen es la confianza que están construyendo en ustedes mismos.

El mejor "hack" para construir confianza es que no importa "lo que se prometa", lo que importa es que se cumpla.

Podemos comenzar a prometernos cosas tan pequeñas como: " voy a comer 1 vegetal o fruta más al día. O, "voy a leer 1 página al día".

Son promesas tan fáciles que parecen que no valen la pena, pero cada día que las cumplen están creciendo su confianza en ustedes mismos exponencialmente. Y la importancia de eso es que una vez que confía en poder cumplir mis promesas pequeñas puedo comenzar a hacerme promesas cada vez más grandes.

Cuando confío en que puedo comerme 1 vegetal más al día tengo la confianza de intentar una promesa más grande como "voy a disminuir carbohidratos y aumentar vegetales".

La confianza que construyo con promesas pequeñas es la que me permite hacer cosas más grandes porque sé que tengo los recursos y el caracter para intentarlo.

¡Pero no me puedo saltar el paso!

Si voy directo a las promesas grandes sin construir la confianza antes, lo más probable es que falle y esa destruya mi confianza y ni siquiera me anime a intentar ni lo más fácil en el futuro.

La confianza no tiene nada que ver con el resultado

Confianza es saber que el resultado no me define.

En la vida nos hemos hecho incontables promesas y hemos visto una gama amplia de resultados: unas han salido super bien, otras super mal, otras en el medio. Esos resultados dependen de muchos más factores que los que podemos controlar.

Lo que da más miedo de tomar una acción es pensar que no vamos a lograr el resultado que queremos. Nos prometemos algo tan grande que nos da miedo que salga mal, como nos da miedo que salga mal no actuamos y nos quebramos la promesa que nos hicimos. Eso nos lleva a desconfiar que somos personas que podemos lograr resultados.

No podemos depositar nuestra confianza en nosotros mismos en los resultados, porque no controlamos el resultado. Sí deberíamos de depositar nuestra confianza en la acción que tomamos, el esfuerzo que aportamos y el caracter con que la realizamos, porque eso sí lo podemos controlar.

Cuando nos hacemos una promesa no nos prometemos a nosotros mismos un resultado, nos prometemos a nosotros mismos una acción.

Confianza es saber que podemos llevar a cabo la acción con esfuerzo y caracter.

Construir confianza es construir respeto

La clave es saber que nuestra confianza se construye cumpliendo las promesas que nos hacemos a nosotros mismos.

Sabiendo esto puedo identificar cuáles son las promesas que no estoy cumpliendo y dejar de hacerme esas promesas, o convertirlas en su versión más simple para asegurarme de cumplirlas. Sabiendo esto puedo aumentar mi confianza cuando quiera y cuánto quiera.

Lo bueno de construir confianza con cosas pequeñas es que es la misma que confianza que se necesita para cualquier cosa en cualquier área de la vida. Confiar en que puedo construir un hábito me da confianza de construir cualquier otro hábito en cualquier parte de mi vida.

La confianza se construye con evidencia de que puedo tomar la acción y esa evidencia se construye con cumplir nuestras promesas repetidas veces.

Esa repetición toma tiempo. No queremos que las cosas tomen tiempo, lo queremos todo ya, pero como dijimos antes este paso no se puede saltar. No hay atajos para construir confianza. La confianza no se "gana", se construye.

Construir confianza es tenernos el respeto necesario para hacer el trabajo difícil por la cantidad de tiempo que tome.

Construir confianza es respetar el proceso, es respetar que no podemos tener la misma confianza siempre y respetar que la confianza solo está al otro lado de la acción.

¡Hagámonos promesas! Es la única manera de vivir la vida que queremos vivir, pero aprendamos a hacernos promesas que podemos cumplirnos para tener la confianza para prometernos cosas que nunca creímos que nos podíamos prometer.

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