Acabo de terminar la semana #6 de ¿x? de un reto físico absurdo que me puse y casi renuncio.
Me dio miedo. He tenido que hacer algo que no he hecho antes realmente: correr. Mucho.
Tanto que a mis conocidos maratonistas que les he contado el reto me han dicho que estoy loco.
Me di cuenta que me estaba asustando mucho más de lo que tenía que asustarme por un error muy sencillo.
Durante estas 6 semanas de entrenamiento he estado midiendo la métrica equivocada.
Por dicha me di cuenta para cambiarla, pero además me llevó a poner más atención a las métricas en todas las otras cosas de mi vida.
En diciembre embarqué a Mario Perez a que fuera mi coach para este reto absurdo. El 7 de enero comenzamos a entrenar.
Yo nunca he "corrido", entonces nunca había visto un plan de corrida y Mario fue muy paciente en explicarme que la mayoría de los entrenamientos los iba a pasar en un porcentaje de mi frecuencia cardiaca máxima.
Por ejemplo, las corridas en la famosa Zona 2 las debería de hacer a 60-70% de mi frecuencia cardiaca máxima. Los intervalos generalmente están en 85%+.
Mario también me dijo que en el plan de entrenamiento también ponía otra manera de medir mis entrenamientos de cardio y fuerza: RPE.
RPE (Rate of Perceived Exertion o Índice de Esfuerzo Percibido) es una escala de intensidad que uno mismo mide/percibe mientras está entrenando. Un entrenamiento en 1 es "muy suave", en 3 es "moderado", en 5 es "duro", en 7 "muy duro" y 10 es un esfuerzo máximo límite.
Es una buena manera de prescribir entrenamientos porque permite individualizar el esfuerzo para cada persona según sus capacidades y limitaciones.
Un squat con RPE 7-8 para mí es con una barra con casi 300lbs mientras que para mí el mismo squat RPE 7-8 es levantarse de una silla con una bola de 10lbs en las manos. Funciona muy bien y permite que uno trabajo a la intensidad correcta.
Es muy importante poder mantenerse dentro de los rangos de la métrica del entrenamiento, tanto la cantidad de trabajo que asigna el coach como el esfuerzo que se da.
Menos esfuerzo del indicado y no hay progreso. Más esfuerzo del indicado y nos podemos quemar o hasta lesionar.
Lo mismo pasa para nuestras vidas personales y profesionales.
Las métricas que escojamos seguir para nuestras vidas nos obligan a entender los rangos en los que queremos estar para estar bien. Si para medir éxito usamos dinero, por ejemplo, ¿cuál es el rango en que queremos estar? ¿Para medir productividad?
Para casi todo podemos escoger métricas concretas que se pueden medir con herramientas: frecuencia cardiaca máxima, cantidad de dinero en el banco, cantidad de to-do's tachados de la lista, etc.
También podemos escoger métricas más personales y abstractas que tenemos que sentir nosotros mismos: RPE para entrenar, níveles de estrés o paz interior, satisfacción en el trabajo, etc.
Sin importar cuál escojamos tenemos que entenderlas y poder ponerles sus rangos donde no hagamos muy poco ni mucho para poder progresar sin quemarnos.
Para mi reto absurdo decidí comenzar mi entrenamiento de corrida para el reto más absurdo usando sólo RPE por una razón muy sencilla: no he comprado reloj para poder medir mi frecuencia cardiaca.
Por más buena que sea la métrica de frecuencia cardiaca, si no tengo la herramienta para medirla, no me sirve de nada.
Y en esa decisión de usar RPE para mis entrenamientos de corrida es donde comenzó mi problema y el terror que sentí estas primeras 6 semanas.
¡Todo comenzó bien! Motivado, con energía, con ganas. Mi primera semana hice pruebas y me sentí increíblemente bien con la corrida.
En esas primeras corridas además de tener en mi mente mi RPE también iba monitoreando otra métrica sin querer queriendo: mi pace, o el ritmo al que iba corriendo.
Digo que lo hice sin querer queriendo porque mi app para medir distancia en el celular cada kilómetro me avisa el pace al que voy. Como voy escuchando música o podcasts, cada kilómetro me va dando esta métrica en el oído.
Las pocas veces que había corrido antes había logrado correr 10km en 66 minutos. Eso es un pace de 6:40/km.
Esa primera semana logré correr 9km en 6:20 supuestamente con un RPE (auto percibido) de 3-4, Zona 2.
En los primeros intervalos que hice logré correr 1km en 5:30.
Wow. Qué rápido 😂
Y las próximas 5 semanas cometí el error de convertir mi pace en la métrica para entrenar.
Comencé a tratar de mantenerme en ciertos "paces" en mis intervalos que nadie me había dado sino que yo me estaba inventado según lo que yo creía.
Por ejemplo, en la ruta donde hago mis intervalos a las 5am llegan a correr otras personas. Unas de ellas son unas señoras mayores que yo muy amistosas que parece que solo trotan media hora y se van. Yo las veía correr mientras mantenían conversaciones completas y ni sudaban. Las trataba de alcanzar y tenía que hacer un esfuerzo altísimo para lograrlo y cuando las alcanzaba mi celular me decía que iba a un pace de 6:30/km. Si estas "señoras" van relajadas a 6:30, yo tengo que ir mucho más rápido.
Entonces comencé a pensar que jamás mis corridas suaves podían ser a 6:30/km, que tenían que ser a 6:00/km. Y que mis intervalos tenían que ser a 5:00/km.
Me comencé a sentir pésimo en todas mis corridas. Me sentía inutil. Mi cuerpo estaba destruido. Sentí que jamás en la vida iba a sobrevivir meses de entrenamiento a este ritmo y jamás iba a poder completar el reto si no podía correr a esos paces.
Comenzar a perseguir la métrica incorrecta (pace) me descarriló de la métrica que mi entrenador me dió (RPE). Si trataba de correr rápido estaba corriendo a un RPE muchísimo más alto del que me estaban pidiendo.
¿Por qué comencé a usar el pace como métrica?
Nadie me pidió que corriera a esos paces. Mario ni siquiera me pone un pace en el plan de entrenamiento, solo RPE y frecuencia cardiaca.
Creo que comencé a medirme con la métrica incorrecta (mi pace) por una combinación de 3 cosas:
(a) no he corrido suficiente para poder auto analizar mi esfuerzo percibido y me estaba costando entenderlo (¿es 7-8 o 6-7?, ¿cómo se debería de sentir un 5?) (b) el pace, aunque fuera la métrica incorrecta era un número concreto que podía entender mejor que RPE que es abstracto y auto percibido
(c) ego
Estaba midiendo la métrica equivocada. Me comenzó a dar miedo y comencé a dudar de todo.
¿Será que el reto es más absurdo de lo que creía? ¿Será que me voy a lesionar ypor el resto de mi vida? ¿Será que es irresponsable? ¿Será que debería de dejarlo ir?
Por 5 semanas entrené con miedo. Solo seguí para no sentir que me estaba rindiendo pero quería.
Los miércoles me toca hacer intervalos. Son fuertes, agotadores, se sienten horrible y además tengo que hacerlos a las 4am para que me de tiempo de alistar a mi hija para la escuela.
El miércoles de semana 5 cuando sonó mi despertador no fui.
No fue por vago, fue por miedo. Tenía miedo de lo feo que se iba a sentir. Tenía miedo de no pegar los "paces" que yo creía que tenía que pegar. Y no fui.
Me sentí culpable todo el día. No me molestó no haber entrenado — me sentí culpable por saber que no había ido por miedo.
El miércoles en la noche tuve mi revelación.
El jueves tocaba una corrida en Zona 2 que debería de ser suave, pero yo me estaba presionando a ir más rápido por el "pace" inventado que creía que tenía que hacer. Estaba en la cama debatiendo si hacerla o no, si dejar ir todo el reto o no y me cayó el piano.
Estaba disparándome en el pie. Ni Mario, ni las señoras de la madrugada, ni nadie en el mundo me estaba pidiendo que corriera rápido — solo yo y ni siquiera me lo estaba autoexigiendo basándome en nada. Me lo inventé.
Decidí salir a correr y obligarme a correr lento. Más lento de lo que quería. Dejé el celular en la casa para no escuchar el pace y salir en la madrugada.
Mientras iba corriendo iba pensando en cómo nos metemos en estos errores solitos.
En este caso, no me preparé para poder medir la métrica correcta (no compré el reloj para medir frecuencia cardiaca) y después me inventé una métrica para medirme que nadie nunca me pidió medir y que, sobre todo, no estaba preparado para perseguir.
Pero me ha pasado en otras ocasiones:
Nadie nunca me ha pedido rendir cuenta sobre esas cosas, pero igual las uso para medir mi progreso. Son fáciles de medir, de entender, de comparar con otros y es fácil pensar en cómo aumentarlas.
Pero por más fáciles que sean de medir, de pensar y de comparar con otros, si persigo esas métricas voy a destruir las que realmente me importan: mi paz, mi familia, mi creatividad, mi salud, mi crecimiento.
Entendí que este reto absurdo que me puse no se logra corriendo rápido en las primeras 6 semanas sino que se logra manteniéndome saludable y constante, siguiendo las métricas correctas que mi entrenador me dio para que en 6-8 meses pueda construir — despacio — la capacidad de lograrlo.
Mi Diseño de Vida es igual.
La vida que yo quiero vivir no requiere cumplir con unas métricas inventadas, más fáciles de medir y que me ayudan al ego en el corto plazo. Llegar a vivir la vida que quiero vivir requiere que me enfoque en las métricas correctas (mis pilares de Diseño de Vida) y que, con paciencia, las vaya construyendo.
Estoy analizando las métricas que uso en todas las partes de mi vida y buscando las que me ayudan a largo plazo, las que me permiten seguir sin lesionarme y sin darme miedo.
Me grabé esto en la cabeza: "es mejor no medir ninguna métrica que medir la métrica equivocada."
Y se me ha hecho más fácil despertarme a las 4am para salir corriendo sabiendo que nadie me pidió que corriera rápido, sólo que lo hiciera.
Ah...y ya me compré el reloj.
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