Investigando sobre creatividad para un taller corporativo me tropecé con una teoría que explica por qué los humanos nos reímos de chistes que de fijo nos puede ayudar a tomar mejores decisiones y acciones en el día a día.
La "Teoría de Resolución de Incongruencias" es un proceso cognitivo en el que nuestro cerebro se basa en los patrones y modelos que conoce para "llenar" los vacíos que encuentra cuando observa algo que no va de acuerdo a lo que esperaba o está fuera de lugar.
Normalmente ni siquiera notamos las incongruencias de la vida porque nuestro cerebro las llena con cosas que ya conocemos y seguimos con nuestro día. Por ejemplo, nuestros ojos cambian colores y procesan imágenes para hacer sentido del mundo de acuerdo a lo que ya sabemos. Cuando alguien actúa de una manera inesperada, lo juzgamos de acuerdo a los patrones que creemos que conocemos de cómo la gente actúa (por eso a veces creemos que alguien está enojado aunque no esté).
Pero ¿qué pasa cuando no logramos resolver la incongruencia con algún modelo que ya tenemos? Nuestro cerebro no se va a quedar con el vacío y entonces lo resuelve "con humor" — lo percibimos como gracioso o nos reímos y eso resuelve la situación.
Qué interesante entender que, queramos o no, llenamos involuntariamente los vacíos de incongruencias que nos topamos en la vida de acuerdo a los patrones y modelos mentales que ya conocemos. Eso significa que si somos intencionales en cambiar los modelos mentales que tenemos podemos usarlos a nuestro favor para procesar el mundo de la manera que más nos convenga para tomar las acciones que más nos convengan.
Lo estoy pensando como "ingresos pasivos" pero para los procesos mentales involuntarios: cambiar un modelo mental toma trabajo y esfuerzo, pero una vez que se cambia trabaja solito para nuestro bien (igual que puede trabajar solito para nuestro mal si no lo cambiamos).
Y claro, muchas veces vamos a toparnos con incongruencias que nuestro cerebro no va a saber llenar y nos vamos a reír...o llorar, o enojar.
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