"Not everything that counts can be counted, and not everything that can be counted counts." — William Bruce Cameron
Entrenar con pesas me ha enseñado muchísimo de mi propio crecimiento personal. Principalmente me ha enseñado a entender la diferencia entre lo que yo llamo "crecimiento numérico" y el "crecimiento de alma o de vida".
Callout
Crecimiento numérico: es el crecimiento "productivo", es la "M" de las metas SMART — "medible". Es al que se refieren cuando dicen "lo que no se puede medir no se puede manejar". Depende de asociarle una métrica (número) a algo y tratar de incrementarlo o reducirle — según la meta.
Crecimiento del alma/vida: es crecimiento humano que no necesariamente se puede medir. Es crecer como persona, como humano, como papá, como hermano, pareja. Es crecer en lo valioso que no tiene métricas: confianza, seguridad, vulnerabilidad, mindset, felicidad, etc.
Yo aprendí a apreciar la diferencia entre el crecimiento numérico y el crecimiento del alma después de muchos años de ponerle peso a una barra para tratar de levantarla (aunque estoy seguro que hay muchas otras maneras de aprenderlo).
Cuando comencé, mi única meta era levantar lo más pesado posible. Quería "crecer" en mi salud/fuerza.
¿100lbs? Check. Hay que crecer, vamos por 150.
¿150lbs? Check. Vamos por 200. ¿200lbs? Check.
Así sucesivamente hasta que ¿350lbs? No check.
Lesión.
No se le puede poner un número a todo.
¿Cómo se mide la paz de nuestra vida?
¿Cómo se mide felicidad?
¿Cómo se mide éxito?
Para muchas metas de vida, tener que ponerles asociarlas a una "métrica", un número, solo se puede hacer si les quitamos su "esencia". La "esencia", es algo que no puede calcular numéricamente.
¿Cómo se mide éxito?
Muchísima gente lo mide con la cantidad de dinero que tienen en la cuenta de banco. O la cantidad de cosas materiales o viajes que hacen o el título de su trabajo.
Esas cosas sí se pueden medir y sí podemos tratar de incrementarlas para tener "crecimiento numérico". No son malas per se, pero ¿son lo que realmente queremos?
Una manera de crecer numéricamente es endeudarse para tener más viajes y más cosas materiales y poder decir que "somos más exitosos" y claro, los números lo respaldan.
O podemos asociar nuestra salud a un número en una balanza o un peso en una barra y podemos tener crecimiento numéricos consiguiendo los números.
La trampa es que no nos damos cuenta que para poder convertir lo que realmente queríamos a números tuvimos que quitarles la esencia — y la esencia era lo que realmente queríamos.
Yo no quiero más viajes y carros; quiero salud financiera y experiencias con seres queridos en paz.
Yo no quiero bajar mi peso en una balanza; quiero estar saludable para disfrutar mi vida.
Yo no quiero más peso en la barra; quiero estar fuerte para disfrutar mi deporte y alzar a mi hija y mis nietos.
Yo no quiero "crecer" en números escritos en un papel o en un Excel, quiero acercarme a mis valores de vida y "crecer" así — sin importar los números.
"What you get by achieving your goals is not as important as what you become by achieving your goals." — Henry David Thoreau
Yo aprendí de la levantar la barra con peso que si únicamente persigo los números me voy a lesionar.
Lo que en realidad quería era salud y fuerza y esas 2 cosas requieren técnica y mecánica correctas. Requieren nutrirse bien, mejorar movilidad, recuperarse bien y dormir bien. El crecimiento que yo quería requería muchísimo más que el número.
Mucha gente no llega a lesionarse (dichosos) aunque sólo persigan los números y dejen de lado lo demás. Pero aunque no se lesionen lo más probable es que se estanquen.
El crecimiento numérico, hecho como objetivo en sí mismo, tiene un tope.
Hay un límite a lo que podemos levantar con sin ponerle atención a la técnica, nutrición y recuperación.
Hay un límite a lo que podemos ser felices y sentirnos exitosos únicamente persiguiendo las cosas que podemos medir sin ponerle atención al crecimiento del alma.
Pero el crecimiento de vida es duro de asimilar y ahí es donde está el truco.
Cuando me lesioné me eché para atrás. No sólo no estaba creciendo mis números, sino que no podía ni caminar bien.
Comencé un proceso largo de muchos años de aprender a crecer sin números. Comencé a trabajar todos los periferales que no se pueden medir: la estabilidad de mi core, mi movilidad, mi nutrición, mis calentamientos y activaciones musculares — hasta comencé a mejorar la posición en la que dormía.
(¿Cómo se mide la posición para dormir? ¡Imposible!)
Es difícil sentir progreso cuando no se puede medir. Es difícil mantenerse motivado y super difícil saber si vamos bien o mal. Es difícil tener paciencia y confiar en el proceso.
Es difícil y por eso es que terminamos buscando el crecimiento numérico. El crecimiento numérico es sencillo: el número se movió como quería o no. Lo puedo medir, lo podría medir todos los días si quisiera.
Pero el crecimiento del alma no.
Me acuerdo que cuando logré volver a mover la barra con peso, durante 6 meses en mi cuaderno de numeritos de entrenamiento solo tenía las mismas "100lbs".
03 Feb: 100lbs; 10 Feb; 100lbs; 17 Feb; 100lbs ... y así durarante 6 meses.
¡Qué duro! ¡Qué frustrante!
Numéricamente estaba estancado. Numéricamente me deprimía. Estaba dedicando tanto tiempo y recursos y esfuerzos a mi entrenamiento y ese número no se movía. Todos los días quería nada más subirle el peso y ver qué pasaba.
Parte de aprender a crecer en el alma y en la vida es aceptar que no nos han enseñado a hacerlo. Nos enseñan a mejorar las notas académicas, a bajar el peso, a ganar más plata y tener mejor trabajo, a correr la maratón más rápido.
Nos inculcan cómo ponernos metas SMART y que si no se puede medir no se puede mejorar. Nos inculcan a compararnos contra benchmarks y poner los pesos en la pizarra al final de la clase de CrossFit.
Pero no nos enseñan a sentir el crecimiento del alma.
Para crecer en el alma tenemos que tener claro lo que realmente queremos y entender todo el trabajo que requiere llegar ahí sin comprometer la esencia de lo que queremos. Requiere tener un grupo de apoyo como coaches o socios épicos con los que podamos hablar de las cosas que no se pueden medir para poder ver si vamos en el camino correcto. Requiere estudiar y aprender a ser más auto conscientes. Requiere tener paciencia y confianza.
Requiere ver números y aceptar que sólo cuentan una parte minúscula de la historia.
Y eso no es fácil. Pero sí es épico.
"Dealing with the temporary frustration of not making progress is an integral part of the path towards excellence." — Coach Cristopher Sommer, US Gymnastics National Team
El 31 de diciembre, después de 8+ años de haberme lesionado y después de creer que nunca iba a poder levantar pesado otra vez, logré sacar un record personal en peso muerto y sentadilla.
A mis 42 años, levanté sin dolor muchísimo más de lo que el Juan de 33 había podido levantar. Estoy más fuerte en esos levantamientos, pero también conozco mejor mi cuerpo y me doy cuenta más rápido cuando necesito descanso. Trabajé muchísimo mi nutrición y hábitos de recuperación. Tengo más confianza y, por mucho, un mejor mindset y conversación interna.
Esas cosas no las puedo medir, pero me van a dar frutos por los próximo 60 años de mi vida.
Aprender a crecer en el alma es clave para Diseño de Vida.
Si me enfoco sólo en los números de entrenamiento o peso corporal me puedo lesionar o enfermar y eso me puede alejar de lo que realmente quiero. Si me enfoco sólo en los números de mi salario puedo alejarme de que mi trabajo sea un lugar de paz o alejarme de mi familia.
Pero si me enfoco en crecer en el alma, a tener paciencia, a tener aprender y estudiar y enfocarme en aprender a sentir lo que no se puede medir voy a poder crecer (lento, tal vez) de una manera sostenible, que no tiene techo y que me va a dar ganancias por el resto de mi vida.
Los números no son malos.
Yo sigo yendo a citas de nutrición y sigo queriendo levantar más pesado. Sigo tratando de crecer mis ingresos y correr más rápido. Pero no quiero esas cosas más que su esencia. Me cuento una historia donde esos números son sólo un colorcito que se le agrega a mi Diseño de Vida y son una herramienta más — nada más — que me ayuda en el camino.
Lo que más quiero es estar saludable y fuerte para jugar con mi hija y sus amigos sin cansarme. Lo que más quiero es tener salud financiera para darle oportunidades a Antonia y disfrutar mi vida con cosas que realmente disfruto y no las que otros tienen. Lo que más quiero es una vida creativa y ayudar a otros.
Las cosas que más me importan no se pueden medir — pero soy testigo de que sí se pueden crecer.
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.