Somos adultos poco curiosos, ¿importa?

February 16, 2024

"Papá, ¿qué pasa si un adulto no tiene niños?
Papá, ¿por qué tengo que aprender inglés?
Papá, ¿los búhos son carnívoros?
Papá, ¿por qué ese señor va caminando para atrás?
Papá...."

Un niño promedio de 5 años hace 107 preguntas por hora.

Yo, siendo papá de una niña de 5 años, puedo dar fe de que esa figura no sólo suena correcta, sino que suena baja 😂

Cuando estamos aprendiendo sobre el mundo es natural que seamos curiosos y hagamos preguntas. No sabemos mucho de cómo funciona nada y tenemos que entenderlo para poder sobrevivir y hasta prosperar. Tenemos muchas necesidades de obtener conocimiento y de ahí nace nuestra curiosidad.

Cuando NASA estuvo interesada en crear un sistema para contratar a personas altamente creativas y curiosas contrataron al Dr. George Land para ayudarles y él diseñó una prueba estandarizada de curiosidad y creatividad.

Land le hizo la prueba a 1,600 niños y la tomaron cuando tenían 5 años, 10 y 15.

La primera vez que tomaron la prueba (5 años), el 98% de los niños sacaron la mejor nota posible en curiosidad y creatividad.

La segunda vez (10 años), el 30% de los mismos niños sacaron la mejor nota posible. Y la tercera vez que la tomaron (15 años), estando en el colegio, el 12% de los mismos niños sacaron la mejor nota posible.

Finalmente, de una muestra de 280,000 adultos, solo el 2% puntuaron como "curiosos y creativos" 😱

La curiosidad es universal cuando somos bebés, muy presente cuando en nuestra infancia, mucho menos evidente en la escuela y casi nula cuando somos adultos.

¿Cuando somos adultos queremos saber menos cosas nuevas? ¿Somos menos exploradores? ¿Tenemos menos preguntas de cómo funciona el mundo?

Pues resulta que, lastimosamente, sí.

Es curioso que cuando somos adultos nos piden que seamos más curiosos y creativos, más competentes en adaptarnos al cambio y más innovadores pero también es cuando ya perdimos esas habilidades.

Pero, ¿qué tiene que ver hacerse adulto con que se reduzca la brecha entre lo que queremos saber y lo que sabemos?

Nuestra curiosidad y nuestra mentalidad

La curiosidad se define como un estado de motivación hacia la adquisición de información.

Evolutivamente, es un impulso humano intrínseco que nos lleva a explorar nuestro contexto, nuestro mundo, a nosotros mismos y lo que está pasando, lo cuál nos da mejor probabilidad de encontrar mejores recursos, encontrar mejores maneras de usarlos y tener mejor probabilidad de supervivencia.

En la neurociencia, se ha investigado como la curiosidad está ligada al circuito de recompensa: se ve una relación directa entre sentir curiosidad y la liberación de dopamina. O sea, ser curioso y buscar conocimiento es gratificante emocionalmente. Hemos evolucionado a sentir placer de ser curiosos porque sabemos que es un proceso valioso.

En psicología, la curiosidad se entiende como un "deseo" de cerrar la brecha entre lo que una persona sabe y lo que esa persona quiere saber.

¿Realmente nos podemos dar el lujo de ser menos curiosos conforme crecemos?

Conforme vamos creciendo vamos solucionando nuestras necesidades más inmediatas: ¿Qué nos rodea? ¿Cómo conseguimos comida? ¿Qué tenemos que hacer? Y eso reduce la brecha entre lo que queremos saber para poder navegar el mundo y lo que ya sabemos.

Además, conforme vamos entrando a vivir como parte de la sociedad vamos aprendiendo "sistemas" y "reglas" de vida que no dejan mucho espacio para que exista una brecha de conocimiento.

Hay pocas áreas grises, tomamos lo que nos dicen como una verdad casi absoluta. Si creemos que ya sabemos cómo se debe vivir — porque nuestros papás o la sociedad nos dijeron — no habrá un "deseo" de saber más y disminuye nuestra curiosidad.

Similarmente, en los procesos académicos los profesores definen una curricula y cualquier cosa afuera de eso no tiene mucha recompensa (como estudiar cosas fuera de la curricula no me da mejor nota, no me motiva) y eso lleva a una reducción en las ganas de saber otras cosas.

¿Y en nuestra vida profesional? Aprendemos una manera de hacer las cosas que nos asegura que nuestra jefa va a estar tranquila y que nos van a depositar los 15s y los 30s y se nos disminuye el deseo explorar nuevas maneras de hacer las cosas.

Pasa exactamente con nuestro desarrollo y crecimiento personal: no somos curiosos con nuestras dietas, ejercicio y hábitos porque dependemos de "las reglas" que otras personas nos dan.

En el 2015 abrí un gimnasio de CrossFit y las clientas buscaban consejos acerca de dietas y nutrición. Me di cuenta que, aunque tenían muchas preguntas, ellas terminaban escogiendo la dieta que estaba más de moda. De hecho, llegaban a consulta y les decían a su nutricionista: "quiero hacer X dieta". Para ellas no había curiosidad, ya sabían cuál era la "regla".

Viendo esto, decidí hacer — con apoyo de un nutricionista — 2 años de experimentos de diferentes dietas. En total hice 7 dietas diferentes. Unas me gustaron, otras las odié, pero de todas aprendí y llegué a entender nutrición para mí en mi contexto específico. Fui curioso.

Conforme vamos creciendo vamos creyendo —incorrectamente— que existen unas "leyes universales" sociales, laborales y de éxito.

Creer que sabemos cuál es la manera correcta de vivir reduce el deseo de querer saber más. No curioseamos y como no reforzamos los circuitos de recompensa de la curiosidad (liberar dopamina por ser curiosos), disminuye más el deseo de ser curiosos.

¿Curiosidad = optimismo = satisfacción?

Me encanta una definición que leí para "startups" (emprendimientos) hace muchos años:

"Un startup es una organización en busca de un modelo de negocios repetible y escalable." — Steve Blank

En mis 14 años trabajando con emprendedores me he dado cuenta que el obstáculo más grande en sus procesos es "buscar". La mayoría de emprendedores tienen una idea y tienen un plan y si ese plan no funciona no saben qué hacer. No saben "buscar" porque creían que ya sabían cómo se tenía que hacer.

Además, si no hemos sido curiosos y no tenemos práctica en "buscar", no vamos a haber desarrollado las habilidades y mentalidad necesarias para poder llevar los procesos de creatividad y experimentación necesarios.

La definición de Blank me encanta porque, para mi, no aplica solo para startups, sino también para nuestro Diseño de Vida:

"Una persona es un organismo que busca una manera de vivir que satisfaga sus necesidades y maximice lo que es más importante para ella." - Steve Blank & Juan J. Muñoz 😉

La satisfacción con nuestra vida no viene de saber exactamente qué es lo que tenemos que hacer para ser felices y exitosos — viene de estar en una búsqueda proactiva y sana para siempre maximizar lo que es más importante para nosotros.

Esa búsqueda, para mí, es la clave de una mentalidad optimista: saber que existe una manera en que podemos maximizar más nuestro Diseño de Vida y que podemos conseguir el conocimiento y las herramientas para hacerlo.

El "deseo" de conseguir ese conocimiento y esas herramientas es nuestra "curiosidad". Ser más curiosos nos hace más optimistas y nos permite estar más satisfechos.

Ser curioso no es conseguir el "conocimiento correcto"

Dejamos de ser curiosos porque creemos que nuestra vida solo puede ser mejor si seguimos las reglas que conocemos, pero también dejamos de ser curiosos porque seguir el deseo de obtener más información requiere tiempo e incertidumbre — y no nos gusta.

La curiosidad implica experimentar, implica hacer cosas que no sabemos si nos van a dar los resultados que queremos por el esfuerzo que hicimos. Como adultos, no solo tenemos una mentalidad dirigida a resultados inmediatos, sino que queremos resultados inmediatos positivos.

Entonces, preferimos vivir una vida no nos gusta, que no nos está dando resultados que experimentar, porque experimentar viene con incertidumbre y tenemos que esperar para posiblemente obtener resultados peores que los actuales.

"Most people prefer the certainty of misery to the misery of uncertainty." — Virginia Satir

¿Cuánta gente estaría dispuesta a esperar 2 años para hacer 7 experimentos de dieta para llegar a la dieta que mejor le funcione?

Si podemos desarrollar una mentalidad más largoplacista, en la que nuestra satisfacción no esté ligada a los resultados que obtengamos sino al proceso de búsqueda, vamos a ser más curiosos, más felices y vamos a aumentar la probabilidad de llegar a los resultados positivos que estábamos buscando.

4 pasos para ser más curiosos

1. Cuestionar todo. Cuando yo tenía 11 años me quería hacer un tatuaje y mis papás me dijeron que no. Durante 10 años les cuestioné sus razones y los desesperaba. Pero en el proceso aprendí sobre tatuajes a nivel antropológico y social y cuando, al final me hice, sabía exactamente las consecuencias y tenía un punto de vista sólido.

No tienen que cuestionar las cosas hacia afuera y desesperar a sus parejas, papás o jefes — puede ser un proceso interno. ¡Pero cuestionen todo! ¿Por qué la gente no da campo en las presas? ¿Por qué tengo que trabajar? ¿Qué significa vivir? ¿Los búhos son carnívoros? No hay pregunta pequeña, solo preguntas curiosas.

2. Corran experimentos personales (y profesionales). Experimenten con diferentes rutinas de sueño, suplementos, diferentes ambientes para trabajar y horas para entrenar. Prueben otras rutas al trabajo, prueben leer libros o escuchar música que no hubiera escogido normalmente. En el trabajo, hablen con sus jefes y diseñen experimentos que puedan hacer para explorar procesos o rutinas.

Lo importante es entender que el propósito del experimento no es el resultado sino obtener conocimiento nuevo. De paso, con suficientes experimentos, van a obtener los resultados que querían.

3. Investiguen a otras personas. Me encanta leer biografías porque son una manera de conocer los experimentos y resultados de vida de otras personas. Pregúntenle a sus amigos, familia y colegas por qué hacen lo hacen y qué resultados han obtenido.

4. Reforzar su mentalidad de crecimiento. He escrito sobre esto aquí: La única manera de obtener una mentalidad de crecimiento.

Sí, es cierto que el contexto de nuestra vida moderna hace que sea natural perder nuestra curiosidad conforme crecemos. Pero también es cierta que la curiosidad es la base psicológica para lograr vivir una mejor vida y acercarnos a la vida que queremos vivir

Ser optimistas y vivir nuestra mejor vida no es una cualidad humana natural, pero la curiosidad sí. La buena noticia es que si aprendemos a ser más curiosos, el optimismo y el Diseño de Vida vienen detrás.

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