Decir que uno es "realista" es una excusa

"Yo no soy ni pesimista ni optimista, soy realista".

Decir que uno no es ni pesimista ni optimista es una excusa para no tener que tomar una decisión de cómo actuar en su vida, ni tomar la responsabilidad de esas acciones.

El pesimismo y el optimismo no son "maneras de ver el mundo", son una filosofía para vivir - y nuestra vida son las acciones que tomamos dentro de nuestro contexto. O sea, que ser pesimista u optimista no se define por cómo vemos el mundo, sino por cómo actuamos en el mundo según lo que vemos.

Ser "realista", por el contrario, no es una manera de actuar. Es cómo vemos el mundo. De hecho, todos somos realistas. Todos vemos un mundo real. ¿Cuál realidad? La nuestra. La única realidad que podemos ver con nuestros sesgos, experiencias, sueños, miedos, religiones y filosofías.

¿Existe una versión "real" del mundo? No. La manera en que usted ve el mundo es su realidad, y es tan real como la realidad del otro. El mismo objeto, la misma persona y la misma situación cambia según quien la observe y cada observador está viendo su realidad. (Para más de esta teoría nerda puede leer sobre Observer Effect de física cuántica).

De ahí que ser "realista" no debe ser la meta, porque queramos o no ya somos. La meta debe ser definir cómo vamos a actuar una vez que observamos nuestra realidad. Y ahí es donde entran el pesimismo y optimismo.

El pesimista ve su realidad y decide actuar pensando que las cosas van a salir mal y que no tienen solución. Sus acciones son más hacia escudarse de lo malo que cree que va a pasar o hasta de apatía porque, de por sí, todo va a salir mal independientemente de lo que haga.

El optimista ve su realidad y decide actuar pensando que puede haber una solución, que puede construir sobre lo que está pasando, que puede generar valor para otros y hasta valor para sí mismo.

Ya somos realistas solo por existir, entonces tenemos que escoger si vamos a vivir la vida con una estructura pesimista u optimista. Muchos no escogen, porque saben que al escoger son responsables por esa decisión. Al escoger estamos siendo responsables (aunque sea solo con nosotros mismos) porque como actuamos siempre.

¡Pero escoger es épico! Nos permite actuar de una manera congruente a nuestros valores y principios y eso nos permite construir la vida que queremos vivir.

Y sí, también nos permite rendir cuentas con nosotros mismos, nuestra familia, socios y comunidad. Esto es importante para poder hacer más de lo que hicimos bien y mejorar lo que hicimos mal.