Para el 22 de enero ya la mayoría de personas que tenían metas para año nuevo comenzaron a trabajarlas.
Y para el 22 de enero ya el 43% las dejaron tiradas. ¿Por qué?
La razón más grande por la que van a dejar sus metas tiradas es el hecho de que ya comenzaron a trabajarlas. En contra de toda lógica, el hecho de haber comenzado una meta nos pone en una posición donde es facilísimo rendirnos.
Cuando comenzamos una meta, entramos en lo que llaman una Etapa, o Espacio, Liminal y en ese espacio estamos tan incómodos que preferimos dejar la meta tirada que seguir sintiendo la incomodidad.
La palabra 'liminal', que viene del latín 'limen' (límite), define un momento de ambigüedad durante una transición fundamental. En esta etapa, dejamos atrás lo que éramos, pero todavía no somos lo que seremos.
Todos experimentamos Etapas Liminales en nuestras vidas:
Ahorita mismo estamos en una Etapa Liminal del calendario. Ya no es el año anterior pero todavía no se siente como el 2024 completamente todavía o no hemos comenzado a tomar acción real hacia lo que queremos para el nuevo año.
Cuando escribo esos ejemplos hasta yo me siento incómodo. Me acuerdo de cuando he sentido esas cosas y me da ansiedad, me siento raro.
Lo complejo de cualquier Espacio o Etapa Liminal es lidiar con una falta de identidad: ya no somos la persona que éramos antes pero no somos la persona en la que nos queremos convertir todavía.
James Clear dice que "every action you take is a vote for the type of person you wish to become", pero ¿si no sabemos en quién nos vamos a convertir?
La Etapa Liminal es necesaria para el cambio. Es en la Etapa Liminal que formamos nuevas ideas, hábitos y, sobre todo, nuestra nueva identidad que va nos va a traer los beneficios de la transformación. Pero nos produce dudas, incomodidad y ansiedad porque no sabemos cómo lidiar con ese limbo en el que no somos lo que éramos antes ni lo que vamos a ser después.
Imagínense una persona que decidió mejorar su salud y está comenzando su proceso: ya fue al nutricionista, ya hizo las compras del súper, está cocinando bien.
Ya no es la persona que era antes: ya no es ignorante de cómo funciona la nutrición básica, ya no compra helados y galletas porque tiene ansiedad, ya no decide pedir Uber Eats en lugar de cocinar. Pero todavía no es la persona "saludable" en que se quiere convertir. Todavía no ha ganado el músculo que quiere ganar o perdido el peso que quiere perder o ganado la resistencia cardiovascular que está buscando.
Esta etapa es incómoda y da miedo porque ya no se puede identificar con la persona que era antes que, aunque tenía malos hábitos, los había tenido toda la vida y la hacía sentir cómoda. Era una persona poco saludable, pero sabía quién era.
Tampoco se puede identificar con la persona super saludable que tiene el peso deseado y que corre carreras y que va todos los días al gimnasio porque todavía no es esa persona.
En esa Etapa Liminal no tiene con quien identificarse — no tiene identidad. Suena dramático pero es real, en el proceso de cambio no nos conocemos justamente porque, por definición, estamos cambiando. Y no conocernos da miedo y ansiedad.
Y ese miedo y ansiedad es lo que lleva a preferir ser la persona que éramos antes, aunque no nos beneficiara. Preferimos, instintivamente, la paz de saber quienes somos que la incertidumbre de convertirnos en alguien que todavía no somos.
Paso #1: Estar consciente de que las Etapas Liminales existen y son parte de cualquier proceso de cambio.
Si sabemos que la liminalidad existe y la podemos prever, podemos hacer las paces con que vamos a pasar por un período complicado que nos va a generar ansiedad, miedo e incomodidad.
Saber que esto va a pasar no lo hace menos incómodo, pero nos permite entender por qué todo nuestro sistema quiere que abandonemos el proceso y nos ayuda a cambiar el marco con qué pensamos de lo que está pasando.
Podemos ver el proceso como algo feo del que queremos huir a un proceso natural que es necesario para lo que realmente queremos.
"There’s a version of you, that only exists on the other side of extreme effort." — Zach Pogrob
Si llegamos a una Etapa Liminal y no sabemos, nuestro cerebro interpreta las señales de miedo y ansiedad como una amenaza real y empujarnos a devolvernos a lo que éramos antes.
Paso #2: Identificar a otras personas que también están pasando por una Etapa Liminal, y ojalá una etapa parecida a la nuestra.
Lo que hace difícil la Etapa Liminal es la pérdida de identidad y los humanos somos animales sociales que refuerzan identidad con grupos. Es muy valioso pertenecer a grupos de personas porque podemos identificarnos a otras personas que están pasando por lo mismo.
Por ejemplo, si nos unimos a un gimnasio, sobre todo en enero, y nos hacemos parte de la comunidad, vamos a ver a muchas otras personas que están pasando exactamente por lo mismo que nosotros y junto a ellos construimos la confianza de esta identidad liminal. Ya no soy una persona que está incómoda, ahora soy parte de un grupo de personas cuya identidad es que están en proceso de transición.
Paso #3: Rodearse de personas que ya tienen la identidad que queremos tener.
En los grupos de correr, en los grupos de estudio, en los grupos de emprendedores, etc. también habrá muchas personas que ya pasaron la Etapa Liminal y ya están en la Etapa Ideal.
No habrá personas de la Etapa Anterior porque, por definición, esas personas todavía no han comenzado su proceso. ¡Y eso es bueno! Nos va a alejar del grupo de personas con las que reforzábamos la identidad que no nos beneficiaba pero que sí nos hacía sentir cómodos.
Ahora vamos a poder estar alrededor de personas que ya viven como nosotros queremos, a las que podemos observar y hacer preguntar pero sobre todo que nos van a reforzar la identidad que queremos.
"What you get by achieving your goals is not as important as what you become by achieving your goals." - Henry David Thoreau
Estos 3 pasos hacen que la Etapa Liminal, que es inevitable, nos lleve hacia adelante con la confianza de quienes podemos ser y no hacia atrás porque queremos una confianza que, aunque no nos beneficiaba, nos calmaba la ansiedad.
El estado liminal es natural, pero sólo porque es natural no significa que sea fácil o lindo atravesarlo. El estado liminal es en el que estamos produciendo cambios, y los cambios implican que se están rompiendo ciertas estructuras. Y esas rupturas, aunque sean para romper con cosas negativas, nos producen ansiedad.
Siendo animales que se rigen por sistemas neuro-biológicos, lo único que queremos es sentirnos seguros. El quiebre de las estructuras que conocemos nos hacen sentir inseguros porque no sabemos lo que viene. No sabemos si el resultado va a ser bueno o malo y, aunque sea bueno, no lo conocemos, no sabemos vivir con él.
Entonces, si mientras estamos atravesando por esa Etapa Liminal podemos acordarnos de esos 3 pasos, le vamos a poder indicar a nuestro cerebro, cuerpo e identidad que no se tiene que preocupar porque (1) ya sabemos que es natural, (2) ya reforzamos la identidad con otras personas que están en lo mismo y (3) ya podemos tener confianza viendo a las personas que llegaron donde queremos llegar.
La mayor causa de procesos de metas abandonados es la incomodidad. No es que no tengan las herramientas, ni las ganas, ni que sean vagos o malos, ni que no puedan, ni que el mundo está en su contra. La mayor causa es que el proceso de cambiar implica no ser lo que éramos antes y tenerle miedo a lo que vamos a ser después.
Si podemos lidiar con la incertidumbre de cambiar todos los demás obstáculos los podemos superar.
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