Nuestro default es "pensar".
O sea, preferimos pensar que actuar. Kevin Kelly lo llama *thinkism*, una espacie de “síndrome de pensar”.
Toda la vida nos han inculcado la importancia de pensar. De hecho a la gente que actúa mucho (sin pensar) se le llama "impulsiva". Y yo no creo que pensar está mal (doy un curso en la U de cómo pensar jaja) pero sí creo que es importante entender en cuáles partes de la vida pensar es mejor que actuar y en cuáles el sesgo debería de ser hacia la acción.
Kelly dice que "thinkism" es la creencia que tenemos que podemos resolver nuestros problemas pensando en ellos de antemano, en lugar de seguir viviendo, tomando acción y dejando que las cosas sucedan para hacer los ajustes necesario.
Me encanta tener un término para describirlo porque esta idea empata perfectamente con lo que he visto en 10 años de trabajar en emprendimiento y apoyando emprendedores: no hay ninguna idea que sobreviva el contacto con el mundo real.
Entender esto nos guía a entender que nuestra meta no es pensar hasta resolver el problema, sino tener una idea, manifestarla en el mundo, revisar y hacer los ajustes necesarios.
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.
Gracias por leer. Realmente hace una diferencia. Mi meta es ayudar a 5,000 personas a hacer tomar acción en su diseño de vida y sus proyectos profesionales. El año pasado logré apoyar a 1,890 personas a través del newsletter, 300 personas a través de recursos gratis y 217 personas a través de mis talleres, cursos y productos digitales.
