"Hoy fue un día donde me tocó ser militante", dice Will Goodge en un video de YouTube.
Acaba de terminar de correr 112km ese día, unas 16 horas de corrida. El día anterior había corrido 111km y los 10 anteriores todos había corrido por lo menos 110km.
Will quebró el record del menor tiempo de correr de la costa oeste de Australia a la costa este corriendo 3,800km en 35 días para lo que tuve que mantener el ritmo de correr 110km todos los días.
La semana pasada les conté sobre el reto que tengo este año de correr 100km en 24hrs y me ha ayudado muchísimo ver historias como las de Will. Cada día termina con el cuerpo hecho pedazos y al día siguiente se levanta a las 4.30am a hacerlo todo otra vez.
Will describe muchos días como difíciles o "militantes" — la imagen de un soldado solo haciendo lo que tiene que hacer de manera estóica, a punta de disciplina.
Pero viendo los videos de las 8 semanas que le tomó a Will hacer esto, la palabra "militante" siento que no calza. Por más esfuerzo y dificultad que enfrenta lo que más se ve son sonrisas, risas con todo su equipo y épica actitud.
Sí, Will definitivamente es disciplinado. Sino jamás hubiera podido quebrar el record. Además, Will ha corrido todo Inglaterra, Japón y EEUU — es imposible hacerlo sin disciplina.
Lo épico de Will es que nos presenta otro tipo de disciplina que la que conocemos: no hay mártires, no hay llamados a "sufrir o no crecer", no hay quejas. Es lo que estoy llamando una Disciplina Funcional de Diseño de Vida.
Disciplina es simplemente hacer las cosas que necesitamos hacer para construir la vida que queremos vivir y para darle valor a las personas que cuentan con nosotros.
Así es como defino yo la Disciplina Funcional de Diseño de Vida. Es entender las cosas que decidimos hacer y la manera en que las hacemos en función a algo que es más grande que la cosa en sí: la vida que queremos vivir.
No queremos ser disciplinados con nuestra nutrición solo porque sí, lo somos porque la vida que queremos vivir depende de nuestra salud. No queremos ser disciplinados con nuestros estudios solo porque sí, lo somos porque la vida que queremos vivir depende de ese aprendizaje. No queremos ser disciplinado con una acción solo porque sí, lo somos porque vivir la vida que diseñamos para nosotros mismos depende de maximizar ese valor.
Logramos acercarnos a la vida que queremos vivir conectando nuestras acciones del día a día con las cosas que más nos importan, eso es disciplina funcional. Tener claridad de nuestro Diseño de Vida a futuro e intencionalmente traer eso a nuestra vida personal y profesional del presente.
“Discipline is remembering what you want. Success comes from maintaining the discipline to stay the course until you attain what you want.” — David Campbell
Nuestro Diseño de Vida requiere definir las cosas que son más importantes para dedicarle nuestra disciplina a esas cosas y no a otras. ¡La belleza de eso es que nosotros podemos escoger cuáles son esas cosas importantes! No hay una respuesta correcta, es nuestra libertad poder escoger los que es importante para nuestro Diseño de Vida.
Cuando entendemos esa libertad de vivir la vida que queremos es mucho más fácil entender la disciplina que tenemos que aplicar.
Toda la premisa de Diseño de Vida se basa en que queremos vivir nuestra vida según lo que es más importante para nosotros y no vivirla de acuerdo a lo que otras personas o sociedades definan como una "buena vida". Esto sólo es posible si queremos ser libres las estructuras que otros le ponen a nuestra vida y decidir definir lo que significa una buena vida para nosotros.
Tener un Diseño de Vida requiere libertad y si queremos acercarnos a esa vida tenemos que explorar ese concepto de libertad.
Veamos el concepto de "libertad positiva" (o libertad que es positiva para nosotros, o sea, que nos "funciona") que nace de las ideas de Jean-Jacques Rousseau a mediados del siglo XVIII. Rousseau hablaba de esa libertad positiva más como un concepto político y social, pero decía que la libertad de obedecer las leyes creadas para el bien y propósito general del pueblo era lo que nos permitía vivir asegurando el bien de todos.
Podríamos definir "libertad" como no estar sujetos a ninguna ley ni ninguna regla — y de hecho muchos de nosotros la definimos así hoy en día. Para nosotros ser libres significa no tener jefe o no tener horario o no tener presupuesto o no tener un calendario. Pero volvamos a Rousseau; si viviéramos en una sociedad donde nadie acatara leyes o reglas, ¿cómo aseguramos nuestro bienestar y el de nuestra comunidad? No podríamos asegurarlo.
Libertad de toda regla o ley no necesariamente lleva a obtener lo que queremos.
Podemos tomar el concepto de "libertad positiva" de Rousseau y darle una aplicación funcional para nuestras propias vidas:
Libertad negativa: libertad de cualquier restricción impuesta por otros o auto impuesta. Por ejemplo, no tener jefe, no tener calendario, no tener compromisos ni ataduras.
Sólo tenemos una cantidad de recursos disponibles: horas en el día, plata en el banco, energía en el cuerpo. Si vivimos con libertad negativa y no ponemos restricciones a cómo se van a usar esos recursos, no podemos jamás asegurar que se vayan a usar para lograr lo que queremos.
Libertad positiva: libertad de escoger las restricciones que nos dejamos imponer y que nos auto imponemos para construir nuestro Diseño de Vida y llegar a nuestro potencial.
Si vemos nuestra libertad como la libertad de escoger cuales restricciones nos auto imponemos o dejamos que nos impongan entonces podemos escoger las que nos acercan a vivir la vida que queremos vivir.
“Only the disciplined ones are free in life.” — Eliud Kipchoge, la primera persona en quebrar la barrera de las 2hrs en maratón y medalla de oro en maratón en olimpiadas 2016 y 2020
La libertad negativa no es libertad porque lo deja todo a la suerte. Evitar estructura y restricciones es también evitar dirección.
Usar estructura, auto imponernos las restricciones funcionales y entender mentalmente esa libertad es disciplina y todos la podemos aprender.
Ok, definimos disciplina como simplemente hacer las cosas que necesitamos hacer para construir la vida que queremos vivir y para darle valor a las personas que cuentan con nosotros, ¿pero cómo?
Poder hacer las cosas que nos construyen la vida que queremos requiere desarrollar las habilidades de entender la vida que queremos, entender nuestro estado de ánimo y nuestras emociones, entender la conversación en nuestra cabeza e interactuar con ella de manera que nos beneficie, conocernos, planificar realísticamente de acuerdo a nuestros recursos, etc.
El conjunto de esas habilidades es la habilidad de disciplina. Por definición cualquier habilidad puede ser desarrollada por cualquier persona — como aprender a usar Word en la computadora.
Nadie nace con disciplina, la desarrollamos practicándola o no la desarrollamos porque no la practicamos.
La manera funcional de ver disciplina no es como algo binario (o la tenemos o no la tenemos), porque si ya decidimos que no la teníamos va a ser imposible usarla. Es mejor verlo como una práctica: tenemos un nivel base de disciplina y nuestra meta es practicarla e irla desarrollando.
Verlo como una "práctica" lo convierte en una manera de comportarnos en lugar de ser algo que tenemos o no tenemos. Transforma el proceso de hacer una acción de "fuerza de voluntad" a "cómo quiero tomar esta decisión". Madrugar deja de ser un tema de fuerza de voluntad y se convierte en practicar la decisión que queremos tomar cuando suene el despertador.
A mí encanta verlo así porque puedo practicar disciplina en cosas pequeñas que me sirve para practicar cosas grandes. Si me pongo la restricción de siempre lavar los platos cuando los ensucie, eso me da mil oportunidades de practicar disciplina porque voy a tener incontables impulsos de lavarlos más tarde. Al ponerme esa restricción, cada vez que ensucie platos voy a analizar qué estoy sintiendo, voy a recordar si lo más importante es lavar platos o ir acostarme y voy a tener que hablarme a mí mismo y finalmente decidir qué hacer. Ponerme la restricción me permite practicar conocerme y conversarme y recordar lo que es importante para mí.
Practicar disciplina en cualquier área, por más pequeña que sea (como lavar platos) me permite desarrollar ese conjunto de habilidades para cuando quiero mejorar mi salud, decir que no a Netflix para estudiar, decidir qué pedir en Uber Eats, decidir cómo trabajar en la oficina y hasta decidir estar presente para mi familia.
El famoso psicólogo Phil Stutz habla de 2 tipos de disciplina que podemos practicar para lograr las cosas que queremos para nuestra vida:
Podemos manifestar nuestra habilidad de disciplina a través de la estructura que le damos a nuestro día y a nuestra vida para que las cosas importantes pasen.
Por ejemplo: tener una rutina mañanera, un horario para entrenar o una hora fija para trabajar en nuestros side projects. Conociéndonos a nosotros mismos planificamos hacer las cosas cuando más nos sirven según nuestros horarios y otras prioridades, por ejemplo, no dejar el entrenamiento para después del trabajo si sabemos que nuestro jefe siempre nos pide trabajar tarde.
Este tipo de disciplina es super funcional porque nos permite (a) tomar la acción sin depender de la motivación para hacerla y (b) defender la acción cuando otras cosas u opciones menos importantes se presenten.
Tomar decisiones de qué hacer en el momento es difícil porque somos más emocionales, pero si las programamos vamos a poder ser más disciplinados gracias a la estructura.
Esta es la disciplina de conocernos y estar conscientes de lo que nos pasa en un momento, de la reacción hacia lo que tenemos que hacer. Es la habilidad de auto consciencia, de inteligencia emocional y de conversarnos a nosotros mismos en el momento.
Por ejemplo, Disciplina Reactiva es decidir levantarnos en lugar de poner snooze cuando suena la alarma que planificamos poner con nuestra Disciplina Estructural. Es cómo nos conversamos o usamos técnicas de respiración para hacer cosas que nos generen ansiedad en el momento. Y es hasta aprender a modificar "to-do's" en el momento para que sea más factibles completarlos sin procrastinar.
Este tipo de disciplina permite recordar las cosas importantes pero además usar técnicas para asegurar que esas cosas importantes pasen.
La Disciplina Estructural tiene baja fricción de aplicación. Todos lo hemos hecho en nuestras agendas, con apps de "to-do's", etc. Es la Disciplina Reactiva la que asegura que esas cosas que planificamos pasen y es la que requiere más práctica.
Cada vez que sí logramos recordar lo importante y hacerlo y/o cada vez que adquirimos una nueva técnica para Disciplina Reactiva estamos haciendo que sea más fácil que las cosas importantes pasen en el futuro.
Desarrollar los 2 tipos de disciplina es clave, pero más clave es entender que es una práctica y a veces vamos a fallar.
Disciplina no es sufrir ni hacer cosas que se sientan feo. Disciplina es aprender a decidir actuar por las cosas que definimos como las más importantes para no dejarnos llevar por las cosas menos importantes pero que son más fáciles.
Disciplina no es castigarnos por fallar ni castigarnos haciéndonos sufrir por no haber hecho suficiente.
Disciplina es un acto de amor propio y de amor a las personas que cuentan con nosotros. Disciplina es darnos la mejor oportunidad de hacer las cosas que dijimos que queríamos hacer para vivir la vida que queremos vivir. Disciplina es no estar dispuestos a satisfacernos con la vida que queda después de hacer menos de lo que nos prometimos hacer.
La clave, la única clave, es tener clarísimo la vida que queremos. Si no, no hay disciplina que valga.
Todos odiábamos levantarnos a tiempo para ir a la escuela, aunque lo hacíamos. Odiábamos hacer tarea aunque la hacíamos. Cumplíamos con lo que teníamos que hacer, pero nadie quería ir a la escuela, ni sabía por qué estaba yendo. Por eso lo odiábamos. No era lo que queríamos — porque nadie nunca nos explicó por qué deberíamos de querer.
Cumplir con cosas para vivir con una vida que no queremos no es disciplina. Querer vivir una vida épica y no hacer las cosas que nos permiten vivirla tampoco es.
Volviendo a Will Goodge. Correr 110km todos los días se siente militante porque no necesariamente es lo que le daría más confort en el momento y lo hace como un soldado siguiendo órdenes, pero seguir esas órdenes que él mismo se dio en su libertad positivamente es lo que claramente le genera felicidad y lo acerca a la vida que quiere vivir.
Disciplina es simplemente hacer las cosas que necesitamos hacer para construir la vida que queremos vivir y para darle valor a las personas que cuentan con nosotros.
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