Si no tiene una misión, esa es su primera misión: encontrarla

Para vivir una vida intencional se necesita una misión.

Pero ¿y si no tengo una misión?

Un lector del newsletter me escribió la semana pasada: "Yo quiero vivir una vida más intencional, pero no tengo clara una misión, ¿qué hago?"

Comencé por ayudarle a definir "misión". Una misión no es una meta. No tiene valores absolutos, ni un deadline. Una misión es un significado que le damos a nuestras acciones, un significado que nos hace crecer como personas para poder representarlo y que genere valor para nosotros y para otros.

Si no tenemos una misión nuestro objetivo todavía no debería de ser vivir la vida que queremos vivir, ¡todavía no sabemos cuál vida queremos vivir! Pero eso no significa que tenemos que vivir sin significado.

Nuestro objetivo en esa etapa es entender cuál es la vida que sí queremos vivir. Por decirlo de otra manera, nuestra misión en esta etapa es encontrar nuestra misió. La misión de encontrar una misión es igual de poderosa, valiosa (para nosotros y para el mundo) y épica que cualquier otra.

Y esa búsqueda tiene que tener el peso de ser "una misión" porque es muy difícil. Y si no le damos el peso que se merece no vamos a poder hacer el trabajo difícil para lograrlo. No va a pasar de un día para otro. Jamás. Encontrar una misión implica buscar y "buscar" es un proceso. Un proceso que implica entendernos y conocernos y entender el mundo. Sin duda un proceso que frustra y da ansiedad y dan ganas de dejar de hacer, porque definitivamente tiene muchísima menos fricción vivir la vida en automático. Es más fácil...de eso no hay duda.

Nuestra misión es lo que podemos ofrecerle valor al mundo y podemos ofrecerle mucho al mundo desde que tomamos la decisión de buscar esa misión. Imagínense un mundo donde todo el mundo está trabajando en entender qué puede ofrecer a otros, cómo puede agregar valor. Sería épico.

Mi mejor consejo en este proceso difícil de buscar una misión es escribir. Todos los días. Sábados y domingos también. 7mins por día. Poner en palabras lo que estamos pensando.

La idea es hacer un análisis de los últimos años, ¿qué nos hace más feliz? ¿Qué cosas que son "trabajo" se sienten como si no fueran? ¿Qué cosas que hacemos o podemos hacer le dan valor a otras personas? ¿Cuáles de esas cosas se traslapan?

Lo ideal es buscar la combinación de las cosas que nos dan energía, nos hacen sentir útiles, nos dan satisfacción y - lo más importante - generan valor para para otros. Esas respuestas son la guía hacia su misión.

La primera misión no es tener una misión, es buscarla.