Alguna gente hace cosas excelentes. Yo no.
Alguna gente hace "suficientemente buenas". Yo también.
Mis papás se frustrarían si leyeron esto. Aspirar a "suficientemente bueno" en lugar de "excelencia" sonaría mediocre para ellos. Todavía suena un poco mediocre para mí por las decadas de programación cultural e intelectual de que nada menos que "excelencia" es valioso. La buena noticia es que he aprendido que no "suficientemente bueno" es igual de valioso que "excelente" y incluso puede ser más valioso que "perfecto".
Perfecto no existe.
"Perfectionism is the inability to let your expectations go." — Lawrence Yeo
Perfecto es solo una expectativa de lo que creemos que tenemos que crear de la cual no nos podemos despojar. Perfecto es, de alguna manera, nuestra arrogancia de creer que sabemos qué es lo mejor que algo puede ser y nuestro masoquismo de sentirnos mal por creer que no podemos llegar a eso.
El perfeccionismo que nos detiene de "crear" o de "hacer" es cobardía, dice Van Neistat, porque usamos una definición inventada inalcanzable para permitirnos no crear.
Entonces, dejemos de lado perfeccionismo. No podemos ser perfectos, entonces en lugar de convencerlos de no tratar de serlo, les voy a dar otra manera de pensar en la calidad de lo que hacen.
La manera tradicional en que a todos nos han enseñado a entender "calidad" es así:
Lo que nunca me ha gustado de esta definición es que ignora el objetivo de nuestro trabajo.
Un mismo trabajo puede ser malo, suficientemente bueno o excelente dependiendo del objetivo.
Por ejemplo, un boceto en lapiz en una servilleta es excelente si el objetivo del arquitecto es no olvidar la estructura base de la idea que tuvo. Busquen libros de arquitectos famosos — siempre sacan fotos de sus bocetos porque son increíbles.
Pero ese mismo boceto es malísimo si el objetivo es que el ingeniero entienda qué tiene que construir.
La calidad a la que deberíamos de aspirar, entonces, es la que logre cumplir con el objetivo que tenemos.
Nadie nos puede "demandar" excelencia.
¿Por qué?
Un cliente nos puede demandar ciertos estándares para el trabajo por el que nos paga. Un jefe también. Una audiencia en RRSS nos puede demandar lo mismo para ver y compartir nuestro contenido.
Cumplir con esos estándares es crear trabajo que satisfaga lo que la persona o audiencia pedía y asegurar que recibe el valor que estaba esperando. O sea, es suficientemente bueno.
¡Eso es épico! El cliente, jefe y/o audiencia está feliz porque recibió lo que quería y yo quedo feliz porque recibí el pago, el reconocimiento o la fama.
Un cliente demanda valor según sus estándares, no demanda excelencia. Si yo soy "suficientemente bueno" y cumplo con esos estándares no importa que no sea excelente. El cliente está feliz igual, la audiencia recibió lo que quería igual y yo recibo valor de vuelta igual.
La conversación de calidad debe de comenzar por entender cuál es mi objetivo o el del cliente. Si el cliente quiere maravillarse con mi visión como arquitecto sólo necesito un boceto en una servilleta. Si el cliente necesita poder construir un edificio que no se caiga en un terremoto necesito todos los planos constructivos.
¿Cuál es mejor? Ninguno. Los dos entregan el valor requerido.
Ser "suficientemente bueno" me ha permitido escribir un correo todos los lunes sin fallar por 7 años. Esos son más de 350 correos. Si cada correo tiene 1500 palabras en promedio, eso son 525,000 palabras.
Un libro de no-ficción promedio es de 50,000 palabras. He escrito el equivalente a 10.5 libros.
Yo hago todo "suficientemente bueno" porque optimizo para ser eficiente y ser confiable. No optimizo para párrafos perfectos, ni para escribir símiles que me darían un Premio Magón a la Literatura. ¡Ni siquiera optimizo para ortografía! Jajaja ustedes me lo han dicho miles de veces, hay errores ortográficos. ¿Por qué los dejo?
Dejo errores pequeños para mi o sin consecuencia para mi objetivo porque yo optimizo para el valor que genero para ustedes. Yo optimizo para contestar sus preguntas todos los lunes. yo optimizo por cumplir mi promesa y esa promesa se cumple con un error de ortografía por aquí y otro por allá.
La calidad que ustedes, y yo, espero sacar de este correo son las ideas para poder aplicar en nuestras vidas, no palabras escritas sin errores.
Ser "suficientemente bueno" también me ha permitido crear mi propio estilo. Cómo no puedo ser "excelente" como otros escritores profesionales, tengo que encontrar mi manera única de generar el valor que ustedes esperan.
Para escribir todos los lunes tengo que consumir contenido a mí manera, tengo que escribir a mi manera, buscar las herramientas que me funcionen a mí, tengo que hacerlo todo mientras tengo otro trabajo y una hija y relaciones personales porque si no no lo hubiera podido hacer.
Tener que hacerlo así para ser "suficientemente bueno" concluyó en encontrar mi propio estilo, mi ritmo y mi propia manera de generar valor.
Haber querido ser "perfecto" o hasta "excelente" me hubiera detenido de poder hacer todo esto.
Yo tuve el primer podcast de Costa Rica que duró más de 5 episodios (y llegó a 100) porque lo hice "suficientemente bien": grababa en mi cuarto, con un micrófono y una compu sin edición de audio. Los episodios tenían más de 1,000 downloads siendo "suficiente buenos". La gente todavía me dice el valor que recibe, porque son "suficientemente buenos".
He hecho Side Projects suficientemente buenos que me generaron más ingresos en pandemia que mi trabajo formal. Tuve una marca de ropa, tengo una audiencia y he trabajo con marcas corporativas y emprendedores todo por ser "suficientemente bueno".
Si hubiera caído en la trampa de "excelencia" no hubiero hecho ni una fracción de lo que sí hice porque hubiera estado más preocupado por alcanzar un estándar de calidad arbitrario que por la necesidad de generar valor.
Ser "suficientemente bueno" me permite ser confiable y consistente en la generación de valor para otros y para mí.
Lo bueno de ser "suficientemente bueno" es que puede cambiar según el proyecto o la experiencia o el objetivo.
Buscar una versión de excelencia en ser papá o nuestra salud o nuestra riqueza puede detenernos de generarnos a nosotros mismos y a nuestras familias el valor real que de verdad estamos buscando.
Entender nuestro Diseño de Vida nos ayuda a ser consistentes y confiables en dedicarle recursos a lo que realmente genera valor para nosotros.
Ser "suficientemente buenos" con nuestra vida es entender cuáles logros, esfuerzos y hábitos nos dan la vida que queremos vivir aunque otros no lo vean como la "excelencia" esperada.
Es frustrante buscar una excelencia que buscamos porque otros creen que tenemos que buscarla. Esa excelencia no está alineada al valor que yo quiero crear y que puedo crear. No tiene sentido buscarla.
La excelencia que yo quiero llegar a tener es la que se logra siendo "suficientemente bueno" por mucho tiempo.
"Excellence requires repetition." — Steven Kottler
"Perhaps “great’, is just “good”, but repeatable." — Steph Smith
Yo quiero ser excelente porque generé valor de manera consistente por mucho tiempo. Yo quiero ser excelente porque durante décadas generé el valor necesario para mi hija, para mis clientes y para ustedes.
Yo quiero ser excelente porque saqué cosas al mundo que jamas hubiera sacado si me hubiera preocupado por ser excelente — y ni hablar de lo que no hubiera sacado si hubiera querido ser perfecto.
Ser "suficientemente bueno" nos permite crear valor real de manera consistente y confiable. ¿No sería épico que esa fuera la definición de "perfecto"?
Escriba todos las cosas a las que le dedica esfuerzo en su vida. A la par escriba quién recibe el valor (ie. jefe, hija, pareja, ud mismo). Si el valor lo recibe ud mismo defina el valor real que está buscando y no el que otros esperan. Si el valor lo recibe alguien externo (jefe, hijo, pareja, etc) tenga una conversación con ellos para entender el valor que de verdad esperan.
Tener esto le permite enfocarse en un "suficientemente bueno" que cumpla las expectativas de valor para todos y no un "excelente" inventado que lo puede paralizar.
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