Está probado científicamente que nos gusta sufrir.
Y eso, aunque no lo crean, es la clave para lograr desbloquear todo lo que hemos querido hacer pero no hemos podido justamente porque es muy difícil.
¿Alguna vez han pensado qué tan rápido podrían correr en una montaña hasta lograr 1,000m de elevación?
Bueno, como nos gusta sufrir, existe un tipo de carrera que se llama "Vertical Kilometer" cuyo propósito es ver quién corre en pendiente más rápido para ganarse 1km de elevación, ¡por diversión!
Si quisiéramos ganar una elevación de 1km en una distancia de 5km tendríamos que correr en una pendiente del 20%.
Para referencia de lo grande que es una pendiente del 20%, en Costa Rica las calles destinadas a vehículos y peatones no pueden exceder 12% de pendiente ¡por ley!
El record mundial del Vertical Kilometer lo tiene Philip Gotsch que en el 2017 lo corrió en 28:53 en una distancia de 1,9km. Eso es una pendiente promedio de 52.63% 🤯
No nos apuntaríamos a subir escaleras de una casa con esa pendiente. Con sólo pensarlo me arden los pulmones.
En 1983, un grupo de investigadores publicó Perceived difficulty, energization, and the magnitude of goal valence en el que resumen 4 sets de experimentos realizados de 1930 a 1980 para entender qué hace que ciertas metas nos parezcan atractivas y otras no.
Encontraron que a los humanos nos parecen más atractivas las metas que tienen una percepción de dificultad alta. Las metas "fáciles" y las metas que percibimos como "imposibles" no nos atraen casi que del todo.
Nuestro cerebro cree que algo que sea más difícil de conseguir nos va a traer más beneficios.
Se especula que esto puede ser un mecanismo primitivo que aseguraría que no nos muriéramos de hambre si no queríamos ir a cazar al tigre diente de sable porque estaba muy largo. Más bien, si nuestra comida está largo y cazarla requiere esfuerzo, nos va a parecer más atractiva la meta.
Por el otro lado las "metas" fáciles no creemos que nos den tantos beneficios y las que parecen "imposibles" ni las consideramos.
En el mismo estudio los investigadores encontraron que lo atractivo de una meta y la decisión de perseguir una meta son dos cosas diferentes.
La decisión de perseguir una meta también depende de la dificultad percibida pero de manera contraria.
Del estudio: "a person with a need or in the presence of a valuable goal will try to satisfy that need or attain that goal in proportion to the perceived difficulty of satisfying the need or attaining the goal."
Aunque una meta sea muy atractiva, si consideramos que lograr la meta va a requerir más energía de la que creemos que podemos usar, nuestro cerebro nos va a dar señales de no tomar la acción.
Estamos atrapados en una contradicción humana: nos atraen más las metas difíciles pero tenemos más voluntad de actuar sobre las metas fáciles.
En mis 13+ años trabajando con emprendedores, estudiantes y profesionales para mejorar sus negocios y diseño de vida puedo ver la evidencia empírica de esto de primera mano.
Pasamos queriendo lograr cosas muy difíciles (salud, negocios, vida) pero no tomamos acción, sino que al ver lo difícil que son nos devolvemos a tomar acción sobre las cosas fáciles que podemos hacer pero que no queremos hacer.
Queremos emprender aunque sea difícil para lograr la vida que queremos, pero terminamos quedándonos en nuestro trabajo asalariado porque tomar esa acción es más fácil.
Queremos lo difícil, pero actuamos sobre lo fácil.
Eso nos lleva a ir en contra de nuestra de ilusión de vivir la vida que queremos y eso nos produce insatisfacción.
¡Lo más loco de todo es que estamos diseñados para actuar así! No es que seamos vagos o que no nos importe, es que tenemos dos sistemas con compiten entre sí que tal vez funcionaba cuando éramos neandertales, pero ya no.
El evento del "Vertical Kilometer" es tan impactante que un equipo en University of Colorado creó una banda para correr que pudiera llegar a pendientes elevadas para probar la manera más eficiente de llegar a ganar 1,000m de elevación corriendo.
Lo que encontraron es que la pendiente óptima es entre 20 y 35 grados (dependiendo de la persona) y que caminar es muchísimo más eficiente que correr en estas pendientes.
🤔 ¿Caminar es más eficiente para una carrera contra el tiempo?
Nuestra percepción de lo difícil que va a ser lograr algo no necesariamente es la manera más eficiente de lograrlo, pero por alguna razón creemos que es la única manera posible.
Por ejemplo, si alguien me dice "suba 1000m lo más rápido posible" yo hubiera pensado en correr y mi percepción de dificultad sería tan alta que nunca hubiera tratado.
Pero si me dicen que una posibilidad es caminar mi percepción de dificultad bajaría y lo intentaría.
Si buscan la palabra en el diccionario se dan cuenta que "difícil" es una función de la cantidad de obstáculos que tenemos en el camino.
Si podemos reducir la cantidad de obstáculos que tenemos en el camino podemos reducir la dificultad percibida y asegurarnos de tomar más acción. Podemos manipular la situación en la que estemos para que se sienta más fácil.
Por ejemplo, si queremos hacer un Vertical Kilometer podemos quitar el obstáculo de "correr" y decidir caminar y eso va a reducir la dificultad percibida.
¡Esto es épico! Ya estamos diseñados para estar más atraído a metas difíciles porque probablemente nos van a dar más beneficios y podemos escoger de entre muchas maneras de realizar esa meta la que tenga la menor dificultad percibida.
No siempre tenemos que salir corriendo, también podemos caminar.
Sólo porque la meta que nos atrae es difícil no significa que la manera en que planificamos obtenerla tenga que ser difícil.
Como dijo Andrew Rosener: "Don't be backward about going forward."
Si queremos ir hacia adelante, no nos limitemos a un plan que nos haga ir hacia atrás. Juguemos con nuestros sistemas fisiológicos y démonos un plan con dificultad percibida baja que nos permita tomar acción.
1. La meta difícil es la que nos atrae entonces no la toquemos, pero quebremos el plan en secciones más realizables. Por ejemplo, si queremos correr una maratón (42.2km):
2. Investigar las opciones más óptimas de lograr una meta. Es fácil quedarnos con la primera idea que tenemos en la cabeza, pero la belleza de vivir en el mundo moderno es que podemos ver lo que miles de otras personas han hecho. De fijo hay una manera más fácil y eficiente de hacer lo que queremos.
3. Hacer más cosas difíciles. Entre más cosas difíciles hagamos, más evidencia tenemos de que podemos hacerlas y baja la percepción de dificultad de las metas que queremos lograr. De esta manera podemos estar atraídos por metas difíciles y es más probable que tomemos acción y no nos desilusionemos con nosotros mismos.
Pero también está comprobado científicamente que, realmente, no es fácil tomar la decisión de sufrir.
Podemos jugar con esta dicotomía para ser más ambiciosos (aprovechar que nos atraen las metas difíciles), mientras trabajamos más inteligente y eficientemente para lograr las metas usando nuestra fisiología a nuestro favor (reducir la dificultad percibida de las metas que queremos).
Vivir la vida que queremos vivir implicar, por lo general, hacer cosas difíciles. Pero la idea tampoco es querer cosas difíciles y sentirnos mal porque nunca tomamos acción.
La meta es entender por qué queremos lo que queremos y cuál es la fórmula que nos lleva a tomar acción para que, a lo largo de nuestra vida, aprendamos la pendiente óptima por la que tenemos que caminar para lograr lo que queremos.
Nota: hice esta pequeña investigación inspirado por un artículo que escribí en febrero del 2023 llamado "Lo difícil tiene una versión fácil".
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.
Gracias por leer. Realmente hace una diferencia. Mi meta es ayudar a 5,000 personas a hacer tomar acción en su diseño de vida y sus proyectos profesionales. El año pasado logré apoyar a 1,890 personas a través del newsletter, 300 personas a través de recursos gratis y 217 personas a través de mis talleres, cursos y productos digitales.
